tas Isabel y Eulalia así como una nutrida representación de
personalidades civiles y militares en la que se hicieron cuatro
ascensiones libres. El 2º Regimiento mixto de Ingenieros
proporcionó los soldados necesarios para inflado de globos
y maniobras de despegue. Sigo el relato de Vives: «A las 12h
10m salió el globo Avión, de 450 metros cúbicos, montado
por su propietario el Sr. Fernández Duro. A los cinco minu-tos
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se elevó el Alcotán, de 1.000 metros cúbicos, propiedad
también del Sr. Fernández Duro, yendo como jefe de globo
el capitán Gordejuela, del Parque Aerostático, y como tri-pulante
el señor Sánchez Arias. Debía haber ido también el
señor conde de Berberana, pero tuvo que quedarse en tierra
por haber resultado el globo con poca fuerza ascensional.
Tres minutos después hizo su ascensión el globo Vencejo,
de 1.300 metros cúbicos, propiedad de los Sres. marqués de
Viana y marqués de la Rodriga, llevando como jefe al capitán
Kindelán y como tripulantes al marqués de la Eodriga y al Sr.
Amézaga. Por último, á, las 12h 20m, o sea dos minutos des-pués
del anterior, partió el Alfonso XIII, de 1600 metros cúbi-cos,
propiedad del Aéreo-Club, yendo como jefe de globo el
teniente coronel Vives y como tripulantes el marqués de Via-na
y los Sres. Liniers y Eugama», larga lista de nombres de
los que en muchos casos no tenemos recuerdo pero quiero
destacar que exceptuando al globo «Avión» pilotado por Fer-nández
Duro, los otros tres iban dirigidos por tres ingenieros
del Parque Aerostático de Guadalajara, lo que da idea del
carácter aristocrático y militar del naciente R.A.C.E.. De los
tres pilotos militares solo Kindelán era socio y vicepresidente
del Aeroclub, actuando los otros dos como aeronautas invi-tados.
Los globos ascendieron sin problemas, atravesaron Madrid
majestuosos en dirección noroeste y luego norte, seguidos
según informa la prensa por «Automóviles y no pocos jine-tes,
y ciclistas, siguieron la ruta de los globos (en dirección a
Chamartín de la Rosa), por Ronda de Valencia, y Paseo del
Prado, siguiendo unos la Castellana y otros la Guindalera».
Aterrizaron los globos en la zona de Barajas, Hortaleza y San
Sebastián de los Reyes. Solo el dirigido por Kindelán tuvo
complicaciones con la tormenta que se avecinaba y se vio
obligado a realizar algunas maniobras, sobrevolar el Jarama
y el Molar recorriendo 75 kilómetros en las tres horas veinte
minutos que duró el vuelo, descendiendo cerca del pueblo
de Valdesotos, provincia de Guadalajara.
El magnífico daguerrotipo de Goñi, fue el origen de mi inte-rés
por este tema; siempre me he preguntado ¿De qué color
eran los globos que aparecen en grises como los llamativos
uniformes de gala de los soldados o los vistosos vestidos de
las damas con sus sombrillas? Las revistas de sociedad de
estos inicios del siglo XX dan cuenta de la importancia que
tuvo la aerostación, junto con la equitación, esgrima, polo,
automovilismo o tiro de pichón. La aerostación deportiva co-menzaba
con ese tono elegante que siempre la caracterizó;
en una revista gráfica de 1908 podemos leer «Modas para
navegar por el aire. Tan próximos nos hallamos a la fecha en
que globos y voladores serán cosa tan corriente como los
automóviles, que los modistos y los principales periódicos de
moda han lanzado ya los modelos de algunos de los trajes
que usarán las señoras elegantes para navegar por los ai-res
», para ese año propone un traje parecido a los que usan
las mujeres esquimales.
Había nacido el R.A.C.E. que comenzó una actividad des-enfrenada
de enseñanza, vuelos de recreo, conferencias,
competiciones, viajes, participación en competiciones… Su
sede social que nació en la calle de Alcalá se trasladó varias
veces de sitio hasta acabar en Sevilla 44.
Centrándonos en Madrid y concretamente en el Parque,
además de las actividades normales destaca ese mismo año,
en el mes de octubre, el Primer Concurso Aéreo-Automovilis-ta.
Consistía en un sencillo concurso de distancia, ganando
el premio de honor el globo que lograra hacer mayor recorri-do.
Y los de automóviles los primeros que llegaran a auxiliar
a cada globo cuando descendiera. Se inscribieron 21 auto-movilistas
que se reunieron frente al Ministerio de Fomento y
seguirían el recorrido de los globos.
En las instalaciones del Aeroclub de la calle Gasómetro
había una gran concurrencia «Allí estaba todo el Madrid
sportivo y una mayoría muy considerable de damas ele-gantes
y hermosas. El aspecto que ofrecía el parque era
magnífico, con los nueve globos hinchados y meciéndose
dulcemente impulsándose por dulce brisa. La orden pro-hibiendo
fumar, en evitación de desgracias, era cumplida
y hecha cumplir con todo rigor», dice la crónica del de «El
Día»41. Mientras, en la plaza de la Armería se infló el globo
militar «Júpiter», que era el llamado globo piloto y fue sol-tado
a las doce de la mañana. El rey (acompañado entre
otros por el teniente coronel Vives que formaba parte del
jurado) vieron la salida desde la terraza de la Plaza de la Ar-mería
que da a los Jardines del Moro y el resto de la familia
real desde el lado que da a la calle Bailén. Al mismo tiempo,
desde los Campamentos de Carabanchel se soltó otro glo-bo
piloto, el «Mercurio».
Rally Ballon de Madrid 1908. Los globos preparados en el Parque. En pri-mer
término el «Reina Victoria» .Foto NUEVO MUNDO, POR CAPUA.
Rally Ballon de Madrid 1908. Maniobras en globo «Montaña» dirigido por
Montojo Foto NUEVO MUNDO, POR CAPUA.