LA PROBLEMÁTICA DE LOS CUARTELES EN LA AMÉRICA HISPANA 21
niendo presente también que esto puede contribuir mucho a que sea corto
el número de los enfermos y por consecuencia más fuerte la guarnición7.
Según estos investigadores, a comienzos del siglo XVIII, los oficiales
extranjeros de mando en las unidades españolas establecidas en las tierras
americanas, justificaban la mala calidad de nuestras tropas por el hecho de
que no dormían en cuarteles, ni comían el rancho en común. A ello se trató
de poner remedio con las reformas emprendidas por Felipe V, lo que se puede
apreciar en los Reglamentos de Cartagena y de La Habana, en los que se
decía que la tropa que no esté de guardia, incluidos los sargentos, habrán
de dormir precisamente en el expresado Quartel que se cerrará de noche,
señalando la hora en que se han de recoger todos en él, existiendo permanentemente
en el edificio un oficial encargado de la disciplina, quien sería
relevado por días o por semanas. En el mismo sentido, una real orden dada
al Presidente de Santo Domingo, le ordenaba que no cobrase como soldado
quien no viviese en el cuartel ahora que lo hay… para que de este modo se
aumente la disciplina y buen orden8.
Por otra parte, los cuarteles también fueron utilizados como lugares
donde se daba instrucción militar a los indígenas, tanto en zonas conflictivas,
como donde la guarnición no era suficiente para poder defender el
territorio ante una invasión extranjera, tratando al mismo tiempo de inculcarles
el sentido de la disciplina militar, tal como por ejemplo ha señalado
Luis Juventino García Ruíz para el caso de la zona de Veracruz, cuando dice
que además de contribuir con la defensa del reino, la población de la tierra
caliente debía disciplinarse en torno a su pertenencia al ejército. De tal manera
que en los días de fiesta tendrían que acudir a sus respectivos cuarteles
para que se ejercitaran en el manejo de los caballos, en la formación para
batalla y demás maniobras militares. Con esto se esperaba que alcanzaran
obediencia y subordinación a sus oficiales, sargentos y cabos, y que se
apegaran a las leyes penales a las que en adelante se encontraban sujetos9.
Aun así, la documentación de la época deja claro que los cuarteles
de que se dispuso fueron más bien escasos y, por lo general, con malas condiciones
de salubridad y de volumen para albergar a la tropa a la que se
7 MARCHENA, Juan y GÓMEZ PÉREZ, María del Carmen: La vida de guarnición en las
Ciudades Americanas en la Ilustración. Madrid, Ministerio de Defensa, 1992, p. 164.
8 Ibídem, pp. 164 y 173.
9 GARCÍA RUÍZ, Luis Juventino: Una arena de conflictos. Las incorporaciones de Veracruz
frente a la preeminencia del poder monárquico: 1764-1810, Tesis doctoral. Colegio
de Michoacán, A.C., Centro de Estudios Históricos, Zamora, Michoacán, junio de 2013.
http://www.colmich.edu.mx/rersab/files/textoMiembros/arena_de_conflictos.pdf
(2017/01/17).
Revista de Historia Militar, 128 (2020), pp. 21-70. ISSN: 0482-5748