LOS CAZADORES DE VALMASEDA 91
Otro de los oficiales más veteranos de la unidad fue el médico del
batallón Juan Soler y Lafont51.
Desde el lado cubano el caudillo Máximo Gómez informó que las
bajas españolas en Palo Seco, tras una carga de caballería habían sido superiores
a los trescientos muertos. Este combate está incluido entre los cuatro
principales de esta guerra. Los otros son La Sacra (9 de noviembre de 1873
con 100 bajas españolas), El Naranjo-Mojacasate (11 y 12 de febrero de
1874, con 100 muertos), y las Guásimas (15 a 19 de marzo de 1874, donde
los muertos y herido oscilaban entre 500 y 1.100)52.
En 1874, durante un debate parlamentario, se indicaba que la tragedia
de Palo Seco ocurrió porque un confidente informó a los sublevados de los
movimientos de la unidad. En el Congreso se especificaba que los caídos
habían sido 34753. Muchos años después seguía recordándose esta tragedia54.
En 1875 mediante un anuncio periodístico se seguía buscando a los
herederos de otro de los oficiales fallecido por fiebre amarilla (alférez Juan
Sandoval Hernández)55.
51 Nació en Tarragona el 31 de octubre de 1845. Recién incorporado al Ejército se embarcó
para Cuba (17 de septiembre de 1869). Estuvo con Los Cazadores de Valmaseda desde
el 6 de octubre de 1869 hasta febrero de 1873). Weyler certificó su valor profesional
al conseguir parar una epidemia en la primavera de 1870 y estar presente en todas las
operaciones del batallón. Textualmente indicaba que tenía “serenidad ante el peligro y
mucho celo en el desempeño de sus funciones”. En esta unidad alcanzó varios ascensos
por méritos de guerra (grado de médico mayor en 1871, médico mayor en 1872 y grado
de subinspector de 2ª clase en 1873) y condecoraciones durante 1871 (cruz roja por
méritos de guerra y la cruz de Isabel la Católica por servicio de guerra). En 1872 tenía el
grado de médico mayor, su empleo en Ultramar era de 1er ayudante médico y su empleo
efectivo era de 2º ayudante médico. Tras dejar los cazadores tuvo diversos destinos en
Cuba. Tras algunos períodos como supernumerario, terminó su vida militar como director
del hospital militar de Bilbao y pidió voluntariamente pasar al retiro en 1887. Murió
en diciembre de 1896. Archivo General Militar de Segovia. Legajo S-3089. Escalafón
General del Cuerpo de Sanidad Militar 1872. Pág. 98. La Correspondencia de España.1
de diciembre de 1896, pág. 2. El País. 3 de diciembre de 1896, pág. 3.
52 TORRES CUEVA-CUEVAS, Eduardo y LOYOLA VEGA, Óscar: op. cit., pág. 267.
53 La Iberia. 22 de enero de 1874, pág. 2. Es posible que en este número estén incluidos los
pertenecientes a otras unidades que formaban la columna.
54 El Correo militar. 2 de diciembre de 1893, pág. 1. La Ilustración Ibérica (Barcelona.
1883).7 de septiembre de 1895, pág. 14. Esta publicación añade que la vanguardia de la
columna la mandaba Jara y que uno de los últimos defensores fue el teniente Granado.
La Unión Católica. 2 de diciembre de 1998, pág. 2.
55 Diario Oficial de Avisos de Madrid. 28 de diciembre de 1875, pág. 1. Este oficial había
nacido en Torres Menuda (Salamanca) en 1843 e ingresó como soldado en 1863, alcanzó
el empleo de alférez del Ejército de Ultramar en 1872. Murió en el hospital de Manzanillo
(Cuba) el 20 de julio de 1872. Archivo General Militar de Segovia. Legajo S-1380
Revista de Historia Militar, 128 (2020), pp. 91-106. ISSN: 0482-5748