LA PROBLEMÁTICA DE LOS CUARTELES EN LA AMÉRICA HISPANA 49
Precisamente, el uso de la tapia determinó la disposición de la fachada
principal y de la distribución de ambos conjuntos. Así, en el frontispicio
se abren dos puertas con zaguán para acceso a cada uno de los cuarteles, las
cuales no quedan en el eje de cada cuartel, sino un poco desplazadas para, en
cambio, sí estar centradas con respecto al patio de cada uno de ellos, puesto
que el eje queda desajustado por la gran diferencia de superficie entre la
crujía lateral y la tapia.
La distribución en la crujía delantera es idéntica en ambos cuarteles,
quedando flanqueado el zaguán por el cuerpo de guardia, la sala de oficiales,
el calabozo y una pequeña camareta para la tropa. En el resto de las crujías
hay algunas variaciones, porque uno de los cuarteles coge al otro parte de la
crujía del fondo, lo que determina pequeños cambios, como es el reducir la
superficie del patio del cuartel de la izquierda para introducir en él un dormitorio
de tropa, pues en la crujía del fondo, el cuartel de la derecha toma parte
de la superficie del otro para disponer un corral. Ahí, en la crujía del fondo,
uno y otro tienen las letrinas y las cocinas.
Por lo que respecta al alzado, es, como en todos los cuarteles que
hemos visto, de una enorme sencillez, destacando únicamente las portadas,
con vanos adintelados flanqueados por pilastras en las que cargan un entablamento
y un frontón triangular, sin que en el plano figure ningún motivo
heráldico. La sencillez hace que incluso los vanos de las ventanas carezcan
de recercado.
El plano también nos permite hacernos una idea de las dimensiones,
que son 56,5 metros de ancho en todo el conjunto y 41,5 metros de fondo,
con lo que cada cuartel tendría unas dimensiones aproximadamente de
28,25 x 41,5 metros.
EL USO DE EDIFICIOS APROVECHADOS
El cuartel de la Villa de Orizaba (México)
El aprovechamiento de edificios para destinarlos a cuarteles estuvo
muy difundido tanto en la Península Ibérica como en toda Hispanoamérica,
pues evitaba la fuerte inversión económica que suponía la construcción de
acuartelamientos de nueva planta. En cuanto a los edificios aprovechados,
tenían muy distinto origen, pues en ocasiones eran incautados, en otras ocasiones
eran cesiones de los propietarios, en otras ocupaciones temporales y
así, todo un largo capítulo de posibilidades.
Revista de Historia Militar, 128 (2020), pp. 49-70. ISSN: 0482-5748