262 FCO JAVIER HERNÁNDEZ NAVARRO Y ANTONIO PRIETO BARRIO
EL DISTINTIVO PARA DAMAS ENFERMERAS
DE LOS HOSPITALES MARROQUÍES
Entre 76.000 y 80.000 soldados marroquíes lucharon en la península
durante la Guerra Civil englobados en diversas unidades militares, principalmente
como tropas de choque. Esto fue debido a que el Protectorado
quedó desde el primer momento en manos del ejército sublevado y pudo
disponer de las unidades del Ejército de Marruecos, acantonadas allí, así
como de una fuente de reclutamiento nativo que supieron utilizar a lo largo
del conflicto, siendo las bajas sufridas muy elevadas. Se cree que murieron
en combate, como también por enfermedades, alrededor de 11.500 hombres,
además de tener cerca de 56.000 heridos (muchos de ellos, incluso lo fueron
hasta dos o tres veces).
Ante este masivo desplazamiento de marroquíes (recordemos que
eran súbditos del jalifa y no ciudadanos españoles), la Delegación de Asuntos
Indígenas (DAI) y el Servicio de Intervenciones del Protectorado tuvo
que establecer desde marzo de 1937 una nueva Intervención en la península,
que se denominaría Oficina de Asuntos Marroquíes. Esta se dedicaría a
organizar los asuntos administrativos, infracciones, multas, notificaciones
de fallecimientos a las familias, organización de distracciones, etc., de los
marroquíes reclutados. La primera estuvo ubicada en Sevilla, pero con la
ampliación del frente y la creación de nuevas unidades marroquíes llegaron
más efectivos, siendo necesario crear una en Burgos en junio de 1937, y
entre enero y diciembre de 1938 dos más en Valladolid y Zaragoza. Una de
las más importantes funciones de estas oficinas fue la de gestionar, por la
gran cantidad de heridos que tenían, la organización de los hospitales militares
musulmanes. Finalizada la guerra, la intervención se desplazó a Madrid
para supervisar la repatriación de los marroquíes, conllevando el cierre de
la Intervención de Asuntos Marroquíes del Norte de España; finalmente esta
Intervención en España se suprimió en agosto de 194141.
En las primeras fases de la guerra, los heridos marroquíes eran llevados
a los mismos hospitales que el resto de los soldados españoles, por lo
que estaban desperdigados en multitud de instalaciones de Sanidad Militar,
sin traductores, sin menús acordes a su religión, sin asistencia religiosa, sin
notarios propios para sus testamentos, con dificultades de comunicarse con
sus familiares, etc., lo que generó no pocos problemas. Las autoridades militares
y las del Protectorado tenían dificultades para atender a estos heridos
41 VILLANOVA VALERO, José Luis: Los interventores: la piedra angular del Protectorado
español en Marruecos. Bellaterra. Barcelona, 2006, pp. 56-57.
Revista de Historia Militar, 128 (2020), pp. 262-320. ISSN: 0482-5748