48 JESÚS CANTERA MONTENEGRO
Retomando la historia del cuartel de Santa Marta, que parece no haber
duda en atribuir a Antonio de Arévalo, sobre todo a tenor de su currículum,
hay que decir que aun a pesar de que el Cabildo parecía no tener problemas
económicos para levantar el edificio, el presupuesto de ocho mil pesos era
excesivo, por lo que hubo que adoptar medidas extraordinarias, como fue el
poner a trabajar en las obras a delincuentes, con lo que se pudieron rebajar
los costes a la mitad.
El edificio proyectado resulta un conjunto que, a tenor de la historia que
hemos referido, está formado por dos cuarteles de una sola altura, unidos entre
sí por un costado. Sin embargo, también puede describirse como un edificio de
planta rectangular con cuatro crujías formando un patio con arquerías que está
dividido en dos por un tabique que recorre su eje, resultando así, dos cuarteles
prácticamente simétricos, con mínimas diferencias. Parece conveniente señalar
que para la separación de los cuarteles se empleó un tabique y no una crujía
que habría permitido una mayor capacidad de ocupación y que habría dado un
aspecto más homogéneo a cada cuartel; esto puede hacernos considerar que
se estuviera pensando el que en un futuro pudiera formarse un solo conjunto
derribando el muro y formando así un acuartelamiento más grande, pero esto
no deja de ser más que una mera conjetura.
Antonio de Arévalo y Porras (atrib.), Proyecto de los cuarteles
para la tropa Veterana y de Milicias de Santa Marta (Colombia)
Revista de Historia Militar, 128 (2020), pp. 48-70. ISSN: 0482-5748