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LA LEGIÓN EN LAS MISIONES INTERNACIONALES 123
La misión fundamental que se asignó a la Agrupación es la de colaborar
en la entrega de ayuda humanitaria que realizaba la agencia para ayuda a
los refugiados de la ONU, ACNUR. Una misión absolutamente novedosa y
completamente diferente a cualquiera de las de combate convencional para
las que las unidades legionarias estaban tradicionalmente preparadas, equipadas
y adiestradas. Ello requirió una preparación específica y demandante
para todos los miembros del contingente, en la que se esmeró la formación
de los conductores para la conducción en nieve y hielo, las técnicas de negociación
el manejo de intérpretes, el conocimiento del entorno de la misión y
hasta las mínimas nociones de serbocroata para tratar de evitar los puntos de
control (check points) de las diferentes entidades y facciones en conflicto.
Como material vehicular principal se eligió el Blindado Medio de Ruedas
(BMR), entonces de dotación exclusivamente en los Tercios africanos
(1º y 2º), por lo que fue necesario desarrollar cursos acelerados de conductores
para aquellos que no disponían del carnet necesario para manejarlos,
trasladarlos a la base de concentración en Viator (Almería), revisarlos, ponerlos
a punto y adecuarlos al color y los distintivos de la ONU para que
pudieran ser claramente identificados en el desempeño de sus cometidos. El
armamento individual y colectivo fue revisado y dispuesto para su empleo
a la llegada a la Zona de Operaciones (ZO), como primera herramienta de
autoprotección.
El despliegue suponía un verdadero reto logístico, con empleo de
medios aéreos, navales y finalmente terrestres hasta alcanzar los diferentes
enclaves elegidos previamente en el Área de Responsabilidad (AOR) asignada
a la Agrupación española, que englobaba la peligrosa ruta del río Neretva,
vía principal de acceso desde la costa dálmata croata hasta la capital
Sarajevo y en la que se encontraban desplegadas unidades armadas de las
tres entidades contendientes (serbios, croatas y bosniacos), y que hubo que
ir abriendo progresiva y penosamente tras múltiples retenciones, conversaciones
y mucha paciencia, mediante interminables convoyes por tramos de
carretera minados, bajo el hostigamiento por el fuego de unidades armadas y
en condiciones climatológicas infernales que provocaron, al principio, gran
cantidad de accidentes, por fortuna, sin víctimas mortales.
Además, el centro de gravedad del despliegue se estableció en Mostar,
capital de la Hercegovina, ciudad dividida en dos zonas por la guerra entre
croatas y bosniacos musulmanes, siendo escenario de sangrientos combates,
destruyéndose durante los mismos el máximo símbolo de la ciudad, el
puente Stari Most que le da nombre. El general Zorzo también relata en sus
memorias como un mes antes de la llegada del contingente español, en una
reunión en el Cuartel General de UNPROFOR, en Zagreb, para proceder al
reparto de las zonas de responsabilidad de los diferentes contingentes, un
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2020, pp. 123-164. ISSN: 0482-5748