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174 JESÚS MARTÍNEZ DE MERLO
La autoametralladora M-8 no era un mal vehículo. Tenía a sus espaldas
una quincena de años, por lo que fue calificado de “antigualla”, aunque
no parece que hoy pueda recibir tal calificación un material diseñado en
2005. No obstante quedaba ya un poco superado por ser demasiado ligero
(8 tm) incluso en 1944, cuando la caballería norteamericana recibió en Las
Ardenas el empuje de las 70 tm de los Tiger II del 501º SS batallón del
teniente coronel Peiper. Un cañón de 37 en una torreta abierta y con una coraza
demasiado ligera y unas ruedas “normales” era muy poco incluso para
las misiones de exploración.6
Una de las M-8 supervivientes en el entonces Regimiento Villaviciosa, 1986
Por su parte el carro de combate M-24 tenía la misma antigüedad y
era una máquina ligera con aceptable blindaje y con un cañón de 75 corto
que mejoraba muchísimo el carro M-3 “Stuart” hasta entonces encuadrado
en las unidades ligeras en la II Guerra Mundial. Sin embargo sus medios de
6 El problema del Squadron fue que en teoría debería haberse enfrentado a unidades
ligeras alemanas. Sin embargo se encontraron por sorpresa que en su sector la
vanguardia alemana la encabezada el Batallón SS 501º que arrolló fácilmente a las
patrullas de caballería desplegadas en amplio frente. Las conocidas fotografías
tomadas posteriormente con autoametralladoras y semiorugas destruidos junto a
soldados alemanes pertenecen a esta unidad.
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2020, pp. 174-216. ISSN: 0482-5748