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LA LEGIÓN, HISTORIA DE UNA ORGANIZACIÓN PARA EL COMBATE 25
En el primer periodo, las campañas de 1909 a 1914, se harían con
el viejo ejército peninsular, y a su lado irían naciendo unidades de voluntarios
indígenas. El ejército español de 1909 era todavía un “cuerpo roto”,
en una nación triste y con una total escasez presupuestaria,10 que buscaba
su sitio en la sociedad española y que vivía regido por la legislación imperante,
emanada de la Constitución de 1876 y que veía al ejército más como
un elemento de estabilidad interna, un “gendarme interior con misiones de
orden público”, que como una herramienta para desarrollar la política nacional.
Era, por tanto, una organización pesada y lenta. Al mismo tiempo y
como consecuencia de la escasez presupuestaria, sus unidades se encontraban
vacías, ya que la solución para recortar gastos era disminuir el tiempo
de permanencia de la tropa en las filas de las unidades. Además de recortar
el tiempo en filas, la ausencia de campos de maniobras y de tiro, dificultaba
aún más la instrucción, y esto se agravaba por el alojamiento de los
regimientos en edificios viejos situados en el interior de las ciudades, que
reducían su actividad a teóricas y revistas.
Los sucesos de Melilla en 1909 fueron el detonante de una serie de
medidas que pusieron de relieve la falta de preparación del Estado para hacer
frente a una crisis política, que derivó en un intento de solución militar.
Se hizo necesaria una precipitada movilización para reforzar la Guarnición
de Melilla, que puso de manifiesto cómo las medidas reformadoras de 1904
no estaban realmente implementadas.11 Imposiciones.
El fracaso político de la movilización de las “Brigadas”12 de Cazadores
condujo a situaciones como los sucesos del Barranco del Lobo, 27 julio de
1909,13 y sobre todo a la agitación social que culminó en la Semana Trágica
10 No habiendo superado el “Desastre de 1898”, desastre más político que militar.
11 En 1904 se establecieron, en el ámbito de la organización, las regiones y 14
“divisiones”, que se complementaron con el establecimiento del Estado Mayor y con
la creación de las 3 “Brigadas” de Cazadores, cuya intención era disponer de una
fuerza de reacción rápida.
12 Realmente las “Brigadas “no eran una gran unidad, más bien un agrupamiento de 6
Batallones de Cazadores, con el resto de las unidades de las otras armas “adscritas al
Cuartel General de la Brigada. Además, los batallones tenían en presencia 275 hombres
sobre 850, siendo necesario llamar a los hombres del 3er año en licencia ilimitada, así como
a aquellos ya en situación de reserva, muchos de ellos entonces casados y con familia. Un
poco mejor se encontraba la “División Reforzada Orozco”, sobre el papel era el elemento
resolutivo ante crisis, con sus cuatro Regimientos de Infantería a dos batallones, y cada
compañía con 125 hombres de los 200 que debía tener. DEL CORRAL CABALLÉ,
Manuel: Crónica de la Guerra de África en 1909, tomo I, pág. 240.
13 Se ha exagerado mucho con la magnitud numérica de las bajas habidas en el combate
del 27 de julio, toda vez que hubo que dejar bajas detrás que fueron recuperadas el
27 septiembre de 1909, siendo el total según diferentes fuentes 700 bajas con heridos,
incluyendo mandos y tropas. El 27 de septiembre se recuperaron 110 cadáveres, de
ellos 98 de tropa. (Nota del autor)
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2020, pp. 25-46. ISSN: 0482-5748