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LA LEGIÓN EN CAMPAÑA 79
Las unidades de nueva creación, cogen títulos prestados que no les
corresponden, no conocen a sus héroes, no tienen los listados de sus caídos
en combate (como La Legión tiene su Libro de Oro) y, si los tienen, no van
más allá desde su nueva creación, han ido desapareciendo, por mimetismo,
sus características prendas de cabezas (gorras montañeras, teresianas,
lepantos de los carristas) por boinas de todos los colores; también han desaparecido
los banderines de cola, olvidados sus himnos y cancioneros, etc.
Sin embargo, han resucitado del baúl de los recuerdos, también por mimetismo,
uniformes de tiempos pretéritos, más propios de las asociaciones de
reconstrucción histórica.
LAS CAMPAÑAS DE MARRUECOS (1920–1927)
El Protectorado español en Marruecos, cuando se fundó el Tercio
de extranjeros, llevaba ya más de once años de campañas militares. Los
avances territoriales eran evidentes en ambas zonas (oriental y occidental).
El sector oriental se había llegado a los límites del Rif central, y en el oriental
se había acorralado al principal cabecilla rebelde, Raisuni. Las perspectivas
militares y políticas eran buenas.
Se habían creado unidades militares profesionales con nativos (Policía
Indígena y Fuerzas Regulares Indígenas). Sin embargo, se seguía echando
de menos a una fuerza de choque profesional y europea, para reforzar la
seguridad en cualquier situación táctica, aunque fuera adversa, y el modelo
original era el de La Legión extranjera de Francia.
La pacificación del Protectorado exigía la ocupación y control de un
territorio, cada vez más extenso, para proporcionar seguridad a las cabilas, a
los poblados y a las comunicaciones. Las fuerzas españolas, para el dominio
del terreno, utilizaron principalmente dos procedimientos tácticos; el de las
posiciones defensivas y el de las columnas móviles. Ambos procedimientos,
para que resultaran eficaces, requerían que el mando que los planeaba debía
dar solución a los graves problemas que cada uno presentaba en su ejecución:
− El sostenimiento de las posiciones obligaba a organizar convoyes
de abastecimientos, que resultaban muy vulnerables y obligaban a
establecer grandes dispositivos de seguridad.
− El sistema de las columnas móviles solo resultaba eficaz si era
seguido de la ocupación del terreno y el desarme de las cabilas
ocupadas.
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2020, pp. 79-110. ISSN: 0482-5748