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26 BENITO TAULER CID
de 1909. Estos acontecimientos, con su carga política en la península, fueron
los detonantes para buscar nuevos procedimientos tendentes a poder disponer
personal de recluta no obligatoria y evitar las movilizaciones apresuradas,
y que esta contribución fuera para toda la sociedad y no para una sola
parte de la misma.
En 1909 nuestra Infantería estaba dotada básicamente de fusil, con un
número muy escaso de ametralladoras en las unidades, organizadas en grupos
de dos secciones.14 Prácticamente todas las ametralladoras estaban en
África, en las unidades de Guarnición o adscritas a las Brigadas de Cazadores.
15 Además, salvo las guarniciones africanas de entidad brigada, en Melilla
5.39816 hombres bien instruidos, las restantes unidades se encontraban
muy vacías de efectivos17 y con hombres sin instruir. Estas dos condiciones
hacían necesario que la oficialidad tuviera que animar y exponerse en exceso,
con el consiguiente aumento de bajas y la consecuencia de dejar a las
unidades sin mandos en los combates, lo cual, unido a la falta de instrucción,
se traducía en una pérdida de cohesión.
Poco a poco se reaccionaria, en 1909 se dispone la creación de la Policía
Indígena, «para disponer de un elemento disciplinado y apto para cooperar con
el ejército Regular»,18 pero el gran impulso, la revolución organizativa, vendría
con la creación de los Grupos de Fuerzas Regulares Indígenas, el 30 de junio
de 1911, de la mano del futuro general Dámaso Berenguer. Desde el primer
momento, agrupando tanto Infantería como Caballería, sus tabores se convierten
en las Fuerzas de Choque del Protectorado, no debemos olvidar que en sus
plantillas al menos un 24% eran europeos -entre mandos y tropas de voluntarios.
Muchos de estos soldados y clases europeos, alistados en Regulares, eran
procedentes de las unidades africanas o peninsulares, que una vez vestidos de
“garbanzo” se constituían en la argamasa de las “Fuerzas Indígenas”.
14 Llama la atención la organización de las unidades de ametralladoras de infantería
en grupos, palabra que no es de uso tradicional en las unidades de Infantería, y que
responde al hecho de la disquisición que existió entre asignar las ametralladoras bien
a artillería o bien a infantería.
15 Las ametralladoras existentes serían unas 20 en Marruecos. En 1910 se aumentan
con las compras, “figurando en las plantillas” 16 grupos de ametralladoras en los
regimientos peninsulares. La realidad era que, menos las asignadas a la Escuela de
Tiro, todas las demás seguían estando en África (síntesis en España en sus Héroes).
16 GALLEGO RAMOS, E.: La Campaña del Rif, 1909, pág. 72.
17 Plantillas 1909: Regimientos de Infantería de 2 batallones con 397 hombres,
Regimientos de Caballería con 363 hombres pero con un número muy escaso de
caballos que reducía el regimiento a un sólo escuadrón, en Artillería unos 340 hombres
por regimiento, pero casi sin piezas ni ganado. DEL CORRAL CABALLÉ, Manuel:
Crónica de la Guerra de África en 1909, Tomo I, pág. 422.
18 Creada por R.D. de 5 de diciembre de 1909 en Granada.
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2020, pp. 26-46. ISSN: 0482-5748