LA LEGIÓN, HISTORIA DE UNA ORGANIZACIÓN PARA EL COMBATE 37
EN LOS ALBORES DE 1920
Y LA ORGANIZACIÓN DEL TERCIO DE EXTRANJEROS
Entre tanto, las plantillas de la Infantería de Línea seguían estableciendo
“regimientos muy pesados y con poca movilidad”, con una plantilla de
guerra de tres batallones cada uno de cuatro compañías de fusiles, a las que
había que añadir teóricamente una compañía de ametralladoras, (1920-21).
Existía una gran masa de fusileros teóricos, de los cuales había que sacar todos
los destinos necesarios para la vida y combate de las unidades. No existía en
las unidades la figura del oficial destinado, sin mando continuo sobre secciones,
que en un momento de emergencia pudiera cubrir bajas rápidamente o
impulsar la acción de los sostenes. Los cuadros de eventualidades en los regimientos
y/o los oficiales en las planas mayores de compañía, fundamentales
para cubrir bajas de emergencia, llegarían, pero en 1920.
Los regimientos de infantería de las comandancias generales estaban
constituidos por tres batallones cada uno, con 6 compañías de fusiles y una
compañía de ametralladoras.43 Esta diferencia de plantilla venía dada por la
diferencia de cometidos que tenían que desarrollar. Los regimientos peninsulares
estaban concebidos para dar un servicio de guarnición en paz y en
guerra, o también para actuar como “expedicionarios en Marruecos o donde
fuera”.
Así, los batallones peninsulares eran concebidos como un todo capaz
de actuar en un solo cometido desplegando en dos escalones, dos compañías
en la guerrilla y sostenes, y dos compañías a disposición del mando para
hacer sentir su acción. Por contra, en el caso de los batallones de las Comandancias,
las unidades tenían que realizar dos cometidos al mismo tiempo;
por una parte dar los destacamentos y guarniciones de las posiciones y presidios
y, por otra, integrarse en las columnas de operaciones.44 Prácticamente
⅓ de la fuerza de las unidades de maniobra se encontraba constituyendo los
destacamentos de las posiciones en los territorios de las comandancias, por
lo que necesitaban orgánicamente dos compañías más. Este sistema permitía
ahorrar en planas mayores, es decir, en oficiales y sueldos, pero disminuía la
cohesión de los batallones siempre divididos.
43 Cada compañía de fusiles tenía 120 hombres de tropa, la compañía de ametralladoras
por batallón tenía 50 hombres. Formaban teóricamente los Regimientos con 2.210
hombres de tropa.
44 En la documentación oficial se puede leer en numerosos casos el término “columna
volante” para designarlas. Historia de las Campañas de Marruecos, Tomos I, II y III.
SHM.
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2020, pp. 37-46. ISSN: 0482-5748