LA LEGIÓN EN LAS MISIONES INTERNACIONALES 149
Tras estos ataques iniciales, y auspiciado por EE.UU., el Consejo de
Seguridad de la ONU emitió la resolución 1378, autorizando el envío de un
contingente multinacional con la finalidad de poner fin al régimen talibán y
apoyar la creación de un gobierno interino que propiciase la implantación
de un sistema democrático en el país. La coalición internacional liderada
por EE.UU. puso en marcha la denominada operación “Libertad Duradera”,
que supuso la derrota del régimen talibán y el intento de democratización de
la sociedad afgana, mediante la implantación de un régimen pro occidental,
tratando simultáneamente de neutralizar los reductos de Al Qaeda que aún
se mantenían en el país.
En la conferencia de Bonn, el 5 de diciembre de 2001, los representantes
de los diferentes grupos armados afganos que participaban en el conflicto,
solicitaron a la ONU el despliegue de una fuerza internacional para
el mantenimiento de la paz y la seguridad en la capital Kabul y alrededores.
Para intervenir en Afganistán, se creó la Fuerza Internacional de Asistencia
para la Seguridad (ISAF), con la misión principal de garantizar la
estabilidad de la región y proporcionar apoyo al nuevo gobierno afgano, garantizando
la seguridad del personal de la ONU, la libertad de movimientos
y la entrega de ayuda humanitaria.
Los años de guerra, las rivalidades entre fracciones incluso aliadas,
los constantes ataques de los talibanes, o las miles de minas que poblaban
el territorio afgano, algunas de ellas procedentes aún de la guerra contra los
soviéticos, configuraban un entorno operativo muy peligroso para el desarrollo
de la misión. Además y para mayor complejidad, en el país se vivía
una guerra civil larvada con un ala oficialista apoyada por la comunidad
internacional y liderada por el presidente Karzai, y los talibanes.
En ese contexto, el consejo de ministros español aprobó el envío de
un contingente militar a Afganistán, al mando del general Coll Beneján, en
ese momento Jefe de la Brigada de Montaña Aragón I, y en el que además
de unidades de montaña, y otras, se integraron efectivos de la Bandera de
Operaciones especiales “Maderal Oleaga” XIX de La Legión.
Tras la retirada de las tropas de Irak, el gobierno autorizó el despliegue
de un contingente de alrededor de 500 militares en Afganistán, que a
comienzos de 2005 se hizo cargo de la base de Herat, instalándose la mayor
parte en la zona de Qala i Naw, que distaba 130 kilómetros de Herat.
Nuevamente España se hacía cargo de una de las zonas más complicadas
del país, con una numerosa presencia de la insurgencia talibán, gran
influencia social en la zona, y con un enorme poder e influencia en los cultivos
de opio, una de las principales fuentes de financiación del movimiento
insurgente, haciendo del Área de Responsabilidad española uno de los esce
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2020, pp. 149-164. ISSN: 0482-5748