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LA LEGIÓN, HISTORIA DE UNA ORGANIZACIÓN PARA EL COMBATE 33
Un mes más tarde de la firma del Tratado, por Real Decreto de 25 de
diciembre de 1912, se reorganizan las fuerzas de las comandancias generales.
El decreto era continuista, se reitera en infantería la “existencia del Grupo
de Ametralladoras, pero sólo para las Unidades Peninsulares”. Con ello
cada vez se van agrandando las diferencias entre los tipos de infantería que
actuaban en el “Protectorado”: las harcas indígenas amigas, la Policía Indígena,
los Tabores de Regulares y los Regimientos/Batallones europeos, a su
vez divididos en “africanos”29 y “expedicionarios”, teniendo los primeros
-por la permanencia en zona de sus hombres- todo el periodo de actividad
en filas, por sus superiores plantillas, casi “sin cuotas”, y por la existencia de
mayor concentración de voluntarios, un cierto estatus de élite.
Prácticamente, todas las autoridades y agentes sociales del momento
estaban de acuerdo en que un ejército basado en voluntarios serviría para
ahorrar vidas de ciudadanos -lo cual era causa principal de oposición social
a las campañas-, y que la utilización de personal indígena resultaba muy
adecuada para enfrentarse a un “enemigo” empleando sus mismos hábitos
y procedimientos.
Las autoridades militares también tenían claro que no se necesitan
“parches”, ni tampoco mercenarios, que podían salvar de un apuro en un
momento, pero que no tendrían la identidad cultural nacional para integrase
en el seno del ejército, no ofreciendo ni continuidad ni calidad.
La solución eran unidades de voluntarios profesionales de larga duración,
conscientes de su idiosincrasia, que harían del servicio su razón de
ser, a los cuales apoyarían regimientos metropolitanos, consiguiendo una
integridad entre el ejército, el Protectorado con sus habitantes y España.
Las unidades voluntarias serían el núcleo de la fuerza en Marruecos.
Los voluntarios podían y debían ser peninsulares e indígenas, los primeros
concentrados en las “regimientos africanos”, esencialmente batallones
y escuadrones de maniobra. En esta línea, se trabajó con la idea de que batallones
de los regimientos de guarnición en Ceuta y Melilla se nutrieran de
voluntarios con premio. Los intentos más importantes se basaron en la idea
29 Conviene recordar que existían a su vez dos clases de unidades de infantería que
constituyeron en permanencia las guarniciones de África; por un lado los Regimientos
“África”, “Melilla”, “Ceriñola”, “San Fernando”, “Ceuta” y “Serrallo” con batallones
a 6 compañías y grupo de ametralladoras y, por otro lado, los “viejos Batallones de
Cazadores”, “Las Navas”, “Barbastro”… con cuatro compañías de fusiles y una
sección de ametralladoras. También en la guarnición de la Comandancia de Larache
había unidades de Infantería de Marina, con sólo dos secciones de ametralladoras por
regimiento. Real Decreto de 15 marzo de 1912.
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2020, pp. 33-46. ISSN: 0482-5748