124 ANTONIO RUIZ BENÍTEZ
general norteamericano de los marines comentó a uno de los militares españoles
que la zona que querían asignar a nuestras fuerzas, era potencialmente
la más peligrosa de todas, una auténtica ratonera.
Caballero Legionario de la AGT Málaga
distribuye ayuda humanitaria
El 4 de noviembre partía desde el puerto de Almería el grueso del
contingente a bordo del transporte de ataque Castilla, con destino a Split, a
donde llegó el 8 del mismo mes. A partir de ese mismo momento comenzaron
los despliegues de las unidades, en primer lugar en Jablanica, primer
destacamento español en el AOR.
Cuando llegaron los españoles a su Área de responsabilidad la ruta
del Neretva era intransitable. Los convoyes de ayuda humanitaria tenían que
utilizar pistas de montaña, acondicionadas por nuestros zapadores, ya que
en muchos casos la línea de frente de los combates era la propia carretera,
que era conocida como “la ruta de la muerte”. Pero gracias al esfuerzo, el
tesón y el valor sin límites de los legionarios, la ruta se fue abriendo paulatinamente,
multiplicándose por tres la llegada de ayuda humanitaria.
La eficacia en el desarrollo de sus tareas queda reflejada en la opinión
del general francés Morillon sobre los legionarios españoles:
«Los legionarios, los que con rostro marcado y mirada dura están desplegados
en el gueto musulmán, están entre los más valerosos encontrados
en Bosnia-Hercegovina. Bajo bombardeos pasaron una noche con el casco
bajo la nuca, calzadas las botas y el arma al alcance de la mano en una
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2020, pp. 124-164. ISSN: 0482-5748