134 ANTONIO RUIZ BENÍTEZ
Kosovo
La mecha prendida en Bosnia-Hercegovina rápidamente se extendió
a otros territorios de la antigua Yugoslavia, la guerra iniciada como consecuencia
de las declaraciones de independencia de Eslovenia y Croacia, se
tralasladó a Bosnia-Hercegovina y posteriormente a Kosovo, región en la
que se asentaban la mayoría de los albaneses que fueron reconocidos por el
mariscal Tito en la última constitución del estado como entidad étnica y cultural
diferenciada. Sin embargo, los serbios la consideraban como la cuna de
la nación serbia, puesto que muy cerca de su capital, Prístina, los príncipes
serbios derrotaron al imperio otomano en la batalla de Los Mirlos.
Destacamento del GT. Valenzuela en la Serrería de Istok
La intervención de la OTAN en la guerra de la antigua Yugoslavia
provocó la retirada del ejército federal yugoeslavo y, con él, toda la estructura
del estado, creando un vacío de poder y dando lugar a un conflicto entre
los albanokosovares y los serbios de Kosovo.
En el momento del estallido de la guerra, Kosovo tenía una población
aproximada de dos millones de habitantes, de los cuales la mayoría
eran albanokosovares; con la precipitada salida del ejército yugoeslavo, se
produjo también el exilio, prácticamente en masa, de la población minoritaria
serbia, que vivía fundamentalmente en las ciudades. La resolución 1244
de la ONU propugnaba el regreso seguro y libre de todos los refugiados y
personas desplegadas a sus hogares, tarea a la que se dedicaron las fuerzas
internacionales desplegadas a partir de 1999, con un éxito desigual, pues
si bien propiciaron el regreso de los albanokosovares, no se logró con los
serbo-kosovares.
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2020, pp. 134-164. ISSN: 0482-5748