LA FORMACIÓN DE MANDOS EN LA LEGIÓN 55
condiciones para el mando de escuadra y pelotón, lo cual en combate era la
mejor forma de examen. No hemos podido constatar cuantos, después del
tiempo de prueba, consolidaron sus empleos.
Finalizada la campaña, los ascensos se producían, con ocasión de vacante,
a propuesta de los respectivos jefes de unidad, aplicándose para los
oficiales el reglamento de 1924 citado más arriba.
El licenciamiento de los que se habían alistado por la duración de la
campaña, tuvo el efecto contrario de la recluta de los primeros tiempos, pues
eran más los que se licenciaban sin haber obtenido ningún ascenso que los
que ya disfrutaban de un empleo que les proporcionaba, además de ventajas
económicas, la esperanza de seguir progresando en la milicia.
La llegada de la paz permite atender a la formación de las clases y
oficiales, siempre en el marco de sus banderas, aunque éstas, desde 1925 se
habían agrupado en dos legiones, recibiendo el conjunto el nombre de Tercio
de Marruecos y enseguida el de Tercio, como se explica en otro trabajo
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2020, pp. 55-72. ISSN: 0482-5748
de esta Revista.
Segunda República
El gobierno de la república crea por Ley de 4 de diciembre de 1931
el Cuerpo de Suboficiales, con los empleos de sargento 1º, brigada, subayudante
y subteniente, dejando a los sargentos como clase de tropa. Sin embargo,
La Legión sigue regulándose por su legislación específica hasta 1933.
Al año siguiente se promulga una nueva ley que suprime empleos y ya incluye
a los sargentos; quedando constituido el cuerpo de suboficiales por los
empleos de sargento, brigada y subteniente y así continúa hasta el alzamiento
militar de julio de 1936.
Por Orden de 28 de diciembre de 1935 se publica un reglamento regulando
el ascenso de subtenientes y oficiales que no supone prácticamente
ninguna diferencia con lo anterior, limitándose a actualizar empleos y cargos.
Durante este tiempo, la formación se sigue desarrollando como se
venía haciendo desde la paz de Marruecos y a las propuestas de ascenso le
sigue el correspondiente examen.
La Legión ve reducidas sus plantillas por la disolución de la VII y
VIII Banderas y el Escuadrón de Lanceros en 1932.
Por otra parte, se ordena el cierre de la Academia General Militar,
agrupándose las de infantería, caballería e intendencia en el Alcázar de Toledo
y suprimiendo las convocatorias de ingreso.