80 SALVADOR FONTENLA BALLESTA
Todas las banderas del Tercio estaban operando en la zona occidental,
cuando parecía que la contienda se inclinaba decididamente del lado
español. Cuando, de pronto, la situación estratégica y táctica cambió radicalmente,
por el derrumbamiento de la comandancia militar de Melilla, en
julio de 1921.
No sabemos qué hubiera pasado si en este frente hubiera desplegadas
fuerzas del Tercio, que seguramente hubiesen hecho de sostén y de nervio,
como los antiguos Tercios de Flandes.
Las banderas del Tercio tuvieron que cambiar repentinamente de sector
para reforzar el oriental y recuperar el terreno perdido, pero ya contra un
enemigo más cohesionado -por Abdelkrim-, mejor organizado y armado.
Por el otro lado, la presión sobre Raisuni cesó en la zona occidental,
y junto a un repliegue generalizado de las posiciones alcanzadas por los españoles,
ordenadas por el gobierno, causó el levantamiento general de casi
todas las cabilas. La guerra se generalizó en extensión e intensidad, con una
mezcla de guerra de guerrillas (hostigamientos, golpes de mano y emboscadas)
y combates convencionales, generalmente ocasionados por una tenaz
resistencia defensiva de las harcas enemigas.
Melilla 1921, defensa de una posición por legionarios
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2020, pp. 80-110. ISSN: 0482-5748