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206 JESÚS MARTÍNEZ DE MERLO
En enero de 1996 llegaron las dos banderas legionarias y para entonces
las antiguas unidades de la XXIII ya tenían seis meses de instrucción legionaria
tutelada por la compañía de cuartel general que se había trasladado
en junio con el general jefe y que realmente era la única tropa legionaria en
Almería hasta el momento. La nueva Brigada Ligera “Rey Alfonso XIII”, II
de La Legión, ya estaba constituida.
Como se ha expresado, la Brigada de Infantería Ligera “Rey Alfonso
XIII”, II de La Legión, quedaba dependiendo orgánicamente de la denominada
Fuerza de Acción Rápida, con cuartel general en Madrid y que integraba
además a la Brigada de Infantería Ligera VI, paracaidista y a la Brigada
de Infantería Ligera VII, aerotransportada. Como unidad de caballería, la
FAR encuadraba orgánicamente al Regimiento de Caballería Ligero Lusitania
nº 8. No llegaba a constituirse formalmente una división aunque hubo
sus pretensiones.
La experiencia de las primeras agrupaciones expedicionarias a los
Balcanes hizo ver muy pronto que en estas misiones era evidente que las
fuerzas desplegadas tenían que ir "protegidas" por lo que el concepto de
fuerza ligera como aquella que sería empleada trasladada en medios aéreos
o helicópteros a su área de actuación dejaba de ser prioritaria. Ahora las brigadas
"profesionales" tenían que cambiar sus métodos de instrucción para
comenzar con la instrucción de medios blindados, comenzando la enseñanza
de estos materiales. Esto no era nuevo para las entonces denominadas Banderas
Mecanizadas de los Tercios 1º y 2º, pero si lo era para las banderas del
3º Tercio por entonces en Fuerteventura.
La Legión se adaptó a esta nueva forma de actuación con las denominadas
"Banderas Ligeras Protegidas", del 3º Tercio, curioso artificio del
EME para dotarlas en permanencia con medios blindados de ruedas sin ser
oficialmente una unidad "mecanizada", propia de la División Mecanizada.
En cualquier caso, todas las unidades del ejército español ya se adiestraban
con estos medios, fueran paracaidistas, montañeros, aerotransportados, isleños
o regulares, ya que desde el año 2000 todo el ejército español era profesional
y todos se relevaron en las misiones para repartir riesgo y gloria. Esto
alcanzó igualmente a las Fuerzas de Defensa de Área, organizadas inicialmente
para defender su área geográfica. Incluso alcanzó a los artilleros que
para no faltar a estas misiones constituyeron una sección de fusiles dentro
de una compañía.34
34 El artificio para denominar a las Banderas VII y VIII “protegidas” fue dotarlas de
vehículos BMR, solamente para los fusileros de las compañías, quedando las secciones
de armas con sus medios en los vehículos ligeros que ya disponían. De esta forma los
BMR tomaban el “papel” de vehículos de transporte.
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2020, pp. 206-216. ISSN: 0482-5748