186 JESÚS MARTÍNEZ DE MERLO
Por su parte el modelo H-60 disponía de un mortero de retrocarga
de este calibre, con posibilidad de hacer tiro con puntería directa hasta 300
en tiro tenso y por saltos de alza, complementado por un reductor de gases,
en tiro curvo por el primer sector. Podía hacer tiro con puntería indirecta
por el segundo sector pero no era su forma normal de empleo. Sus granadas
aunque de pequeño calibre podían hacer cierto daño a medios sobre ruedas o
personal a pie a cubierto. Ambas llevaban tres tripulantes; conductor, tirador
y jefe de vehículo/cargador y disponían de ametralladoras coaxiales, la H-60
con dos y la H-90 con una. El modelo de ametralladora era nuevo en nuestro
ejército ya que se trataba de las máquinas NF-1 de dotación en los vehículos
blindados del ejército francés. Ya en los carros AMX-30 fabricados en España
se sustituyeron por ametralladoras MG-42.
Realmente curioso era el mortero de la H-60. Como se ha dicho era de
retrocarga y el cierre tenía una cierta semejanza al cerrojo de los antiguos fusiles.
Para el tiro tenso no había gran dificultad pues se contaba con una mira
graduada de 100 a 300 metros. Para el tiro con el sistema de salto de alza se
seguía el procedimiento de buscar la horquilla correspondiente moviendo
los dientes del alza con la esperanza de haber calculado bien la distancia y
hacer las menos correcciones posibles. Una vez encuadrado ligeras modificaciones
en el regulador de gases, tanto aumentando como disminuyendo,
centraba el tiro y una buena tripulación podía poner seis granadas en el aire
a unos 1.500 metros, que dada la estabilidad que proporcionaba la torre
apenas tenían dispersión. La H-90 además incorporaba lanzanieblas en la
torreta.
Sin embargo fueron unas máquinas al menos complicadas. Resultaban
menos "asentadas" que sus predecesoras las M-8 que eran más anchas
y con un centro de gravedad más bajo con un tren de rodaje de seis ruedas.
Ello les daba a las Panhard una cierta inestabilidad y mayor posibilidad de
vuelco. También con cierta complicación para conducir y una cierta propensión
a averiarse su sistema de embrague. Sin embargo había un pequeño
grupo de mecánicos que habían trabajado en la Panhard antes de alistarse a
La Legión y fueron los grandes mecánicos de estas máquinas. En un ejercicio
nocturno en abril de 1972 el teniente Aurelio Nieto del II Grupo falleció
a bordo de una autoametralladora.
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2020, pp. 186-216. ISSN: 0482-5748