LA LEGIÓN, HISTORIA DE UNA ORGANIZACIÓN PARA EL COMBATE 21
INTRODUCCIÓN
Los ejércitos no son instituciones que viven aisladamente de las sociedades
y de los estados en los que se enmarcan y a los que sirven. La
organización militar tiene su base en el marco legal del estado. En el
caso de La Legión, no será distinto, por eso, aunque su nacimiento es en el
año 1920, para entender su génesis y su razón debemos de irnos a un periodo
anterior, toda vez que va a nacer como consecuencia de una situación y de
un cuerpo legislativo inspirado en la Restauración 1874.
El ejército que hizo las campañas de África va a ser fruto de la Constitución
de 1876. Constitución nacida para el consenso nacional. En ella sobresaldrían
la figura del Rey y la del Congreso, como encarnación del “poder
del pueblo español”, buscando en su articulado unir a todos los españoles bajo
una monarquía liderada por el Rey-Soldado. Cánovas buscaba un Rey vigorizador
de las Instituciones y por encima de cualquier otra figura uniformada.
Tras la guerra Franco-Prusiana, los ejércitos europeos, en particular
los continentales, van a sufrir una profunda transformación en su organización,
pasando de “herramientas de presente a herramientas de futuro, la guerra
no se hará con lo que se tiene”, sino con el producto de una organización
militar basada en la enseñanza, la instrucción continuada y la movilización.
El concepto supera al del “ciudadano en armas de la Revolución Francesa,”
ahora los ejércitos y en particular sus infanterías, deben estar compuestas
por todos los varones nacionales, pero convenientemente instruidos, armados
y dirigidos.
Para ser buenos los ejércitos y en especial sus infanterías, ya no
basta, como decía nuestro pensador Villamartín, con querer ser buenos,
ahora habrá que demostrar que realmente lo son. Se necesitará que el personal
esté siempre instruido, lo cual exige continuos y costosas actualizaciones
de aquel que ha finalizado su periodo “presencial” de actividad en filas.
También la nueva sociedad industrial puso en manos de los “nuevos
soldados” un armamento y equipo más tecnificado que permite, cuando el
hombre esta instruido, desarrollar a las unidades militares, un concepto de
movimiento y fuego (de maniobra), mucho más amplio que el practicado en
los conflictos anteriores.
Además, hay otra novedad, los hombres llamados a filas, y sobretodo
los “re-llamados”, tienen una percepción de la sociedad y de sus
deberes para con ella, completamente diferentes a la que tenían los “antiguos
soldados del Rey o los milicianos-ciudadanos” de la primera mitad
del siglo XIX. Los hombres llamados a filas en los principios del siglo XX
ya se cuestionan los motivos por los que tienen que luchar.
Revista de Historia Militar, I extraordinario de 2020, pp. 21-46. ISSN: 0482-5748