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PRIMEROS AÑOS DE FRANCISCO DE TOVAR COMO ALCAIDE Y … 115
incluso prometerles, en nombre del monarca, el perdón real por sus actos.
En su carta, solicitaba asimismo al emperador que mandase al virrey de Sicilia
cumplir con sus compromisos hacia la Goleta. Y le informaba, de paso,
que había rechazado la ayuda ofrecida por el emir tunecino pues desconfiaba
de las intenciones de este «avieso gobernante», con el que se había entrevistado
el 5 de mayo en Túnez, cuando aprovechó para recordarle el pago de
las parias. Al referirse a él, destaca que “venia muy triste del mal recaudo
que hubo en lo de Sussa”60.
En su afán por restablecer el orden y dado que Tovar conocía las reclamaciones
de los sublevados desde el 9 de mayo de 1538, cuya principal
exigencia era el cobro de las pagas atrasadas, con gran sagacidad obtuvo
de los mercaderes el préstamo necesario para abonar a las tropas las retribuciones
correspondientes a enero-abril de 1538, que unidas al pago de los
meses de mayo a diciembre del año anterior, suponían la liquidación total
de lo adeudado. Explicaba al monarca que “fue menester hazerles la paga
de todos los doze meses para que dexasen las armas, y se desapoderasen de
los bestiones y artilleria en que estavan apoderados”61. Sin embargo, aunque
consiguió que los soldados depusieran las armas y liberasen los bastiones
ocupados, reconocía al mismo tiempo que esta medida había servido de
poco pues ellos seguían “tan amotinados como el primer dia”62. Para corroborarlo,
refiere el incidente ocurrido el 23 de marzo de1538, en el cual los
rebelados pidieron a Tovar que ajusticiase a dos soldados que querían dejar
entrar en la fortaleza a los oficiales, a uno de los cuales tenían prisionero.
El resentimiento que los soldados manifestaban hacia sus mandos
era más que evidente –especialmente contra los capitanes Martín Alonso
y Aguilera- y el alcaide no pudo hacer nada para hacerles desistir de su
propósito, pues “quanto mas les desia, tanto se yndignavan mas”63. La situación
del alcaide en el interior de la fortaleza era, en verdad, dramática,
ya que no contaba con ningún oficial y, en definitiva, “syn hombre con que
pueda descuidar vna ora ni vn momento ni que haga mi voluntad syno yo
la de los soldados”64. Ni siquiera pudo lograr que, al menos, dejasen entrar
en la fortaleza al alférez Estíbaliz, de la compañía del capitán Luis Pérez de
60 A.G.S., Guerra y Marina, leg. 13, doc. 93. “Carta de Francisco de Tovar al monarca
Carlos V” de fecha 8 de mayo de 1538.
61 A.G.S., Guerra y Marina, leg. 13, doc. 95. “Carta de Francisco de Tovar al monarca
Carlos V” de fecha 24 de mayo de 1538.
62 Ibidem.
63 Ibidem.
64 A.G.S., Guerra y Marina, leg. 13, doc. 126. “Carta de Francisco de Tovar al comendador
mayor de León, del Consejo Secreto de S.M. y su primer secretario en la Corte de Barcelona”
de fecha 24 de mayo de 1538.
Revista de Historia Militar, 129 (2021), pp. 115-138. ISSN: 0482-5748