SUB IUGUM. HUMILLACIÓN, SOMETIMIENTO Y ESTRATEGIA … 187
metu mutabantur)81. En cambio, siendo evidenciable la condición de manifiesta
inferioridad dentro del bando romano -lo cual genera una lógica
inequidad en el momento de acordar las condiciones de rendición-, no es
menos cierto que más que un gesto de gracia por parte del enemigo, esta
forma de sometimiento pactada, dando garantías del cese a futuras hostilidades
por parte romana, muy probablemente supuso un claro intento de
frenar la escalada imperialista de Roma sobre sus pueblos vecinos -primero
itálicos y luego mediterráneos-, pues tanto aquí Yugurta, como en Hispania
los numantinos, en la Galia los tigurinos o en la propia Italia los volscos
y samnitas, tuvieron clara conciencia de que, tras las legiones derrotadas,
vendrían otras. Y en este sentido la claudicación ritualizada con el paso bajo
el yugo debemos entenderla, a nuestro modo de ver, aun resultando paradójico,
como una maniobra desesperada empleada por los enemigos de Roma
para evitar el expansionismo de la vigorosa ciudad del Lacio. No en vano,
sus enemigos eran conocedores de la política diplomática romana y, muy
probablemente, creyeron que mediante los tratados rubricados juntamente
con los mandos romanos estaban recibiendo la valiosa garantía del propio
Estado romano, pero las fuentes son claras en este punto al advertir de manera
insistente respecto de la ilegalidad de tales pactos.
De esta forma, una vez más, Roma rechazará un acuerdo del que no
ha participado a través de su preceptiva aprobación, por lo que el convenio
celebrado entre Aulo y Yugurta será anulado. Tal extremo le es expuesto
contundentemente a Escauro por el Senado en sus acelerados preparativos
para tornar a Numidia con urgencia a intentar recomponer la desastrosa situación
desatada por su hermano. El venerable consejo afirma que bajo ningún
concepto reconocerá una paz que no ha sido aprobada por el Senado y
Revista de Historia Militar, 129 (2021), pp. 187-196. ISSN: 0482-5748
pueblo de Roma:
senatus ita, uti par fuerat, decernit, suo atque populi iniussu nullum
potuisse foedus fieri82.
Contemporáneamente, en el 107 a.C., los tigurinos, una de las cuatro
tribus que componen el pueblo helvecio, infligirán una fuerte derrota sobre
las armas romanas. Julio César da cuenta de ello a propósito de la petición
que aquellos le realizan solicitando permiso para cruzar a través de la Galia
Cisalpina83, entonces gobernada por César (58 a.C.). El general niega el
81 Sall. XXXVIII.9.
82 Sall. XXXIX.3: “El senado decreta, así como había sido justo, que ningún tratado había
podido ser hecho sin orden suya y del pueblo”, (Trad. Joaquín García Álvarez, 1985).
83 Territorio que comprende el actual tercio norte de Italia.