228 AGUSTÍN J. PÉREZ CIPITRIA
muchas opiniones contrarias a este nombramiento. En este sentido, Gómez
de Castro señala al respecto de la elección de Vera por parte del franciscano:
…creyeron algunos que Jiménez lo había nombrado con poco acierto,
pues estaba engreído en su graduación militar y estimaban que podía
vencer más por azar que por prudencia o buen sentido táctico89.
Las malas noticias de la derrota de Argel fueron recibidas por Cisneros
a través de un mensajero mientras asistía a una conferencia de teólogos.
Al leer la carta respondió con cierta frialdad: Nos comunican que nuestro
ejército ha sido vencido y desbaratado en África. Pero no ha sido gran
pérdida, pues España se ve vaciada de hombres criminales y audaces90,
volviendo posteriormente a la cuestión teológica que estaba tratando.
Estas palabras del cardenal que buscaban una justificación para eximirse
de su culpabilidad en la derrota muy probablemente estuvieron influenciadas
por el pensamiento del rey Fernando que, tiempo atrás, ya había
manifestado en varias ocasiones la necesidad de organizar expediciones con
el fin de purgar de delincuentes a la sociedad española. El hecho de que
Cisneros y el propio rey Fernando tuvieran una imagen tan negativa de estos
hombres de armas constata la carencia de valores y de disciplina militar que
tenían algunos de los soldados en aquella época y confirma, una vez más, el
deseo anhelado del rey aragonés y del propio Cisneros de crear un ejército
permanente y profesional libre de intereses económicos y formado con valores
estrictamente militares.
CONCLUSIONES
Entre los personajes más influyentes de la Historia de España debemos
destacar la figura de Cisneros ensalzada por su faceta polifacética como
gobernante, en calidad de regente, de uno de los principales reinos de Europa,
propulsor de la cultura y reformador de la Iglesia Católica.
Sin embargo, hay un aspecto del cardenal que debe ser tenido en
cuenta por los logros conseguidos: su relevante aportación al mundo de la
milicia. Efectivamente, su ideal de cruzada le llevó a emprender, en ocasiones
bajo su propio mando, aventuras de conquistas norteafricanas, muchas
de ellas exitosas como pudieron ser las campañas de Mazalquivir u Orán.
89 GÓMEZ DE CASTRO, Alvar: op. cit., pág. 443.
90 Ibidem, pág. 444.
Revista de Historia Militar, 129 (2021), pp. 228-232. ISSN: 0482-5748