LA VERTIENTE MILITAR DEL CARDENAL CISNEROS. UN FRAILE … 203
por un particular y, de producirse la conquista de la plaza, esta quedara bajo
el auspicio de la Corona.
Teniendo en cuenta que el dinero necesario para la toma de Mazalquivir
no podía ser financiado en ese momento por la monarquía, fue el propio
Cisneros, uno de los hombres con más poder económico de Castilla, el que
decidió asumir los gastos necesarios9, contando al mismo tiempo con el
apoyo del ya mencionado conde de Tendilla.
Finalmente, el cardenal Cisneros aportó a la causa once cuentos de
maravedís, lo que suponía una suficiente suma de dinero para mantener al
ejército durante un periodo de dos meses10. Este capital le sería devuelto
posteriormente por el regente aragonés una vez que el territorio conquistado
fuera incorporado a la Corona.
Cerrados todos los acuerdos y ultimada la recluta de soldados en diferentes
puertos españoles, se procedió a formar una tropa en el puerto de Málaga
con una formación de 250 peones, de los cuales había 50 espingarderos,
100 ballesteros y otros 100 hombres de campo armados con lanzas largas y
dardos, a los que se añadirían 300 lanzas de las órdenes militares, artilleros y
peones de guarnición. Sin embargo, el mayor número de tropas fue el de los
Soldados Viejos de Italia, una potente fuerza militar que ya había servido a
las órdenes del Gran Capitán y que estaba compuesta por 4.000 peones provenientes
de Nápoles. A este importante contingente se sumaron arquitectos
militares, ingenieros y gente de obras como albañiles, tapiadores y azadoneros,
todos ellos con el cometido de reforzar las estructuras de la fortaleza
si finalmente era conquistada. En cuanto a las embarcaciones seleccionadas
para esta campaña, se reunieron 6 galeras procedentes de Cataluña, navíos
sueltos y carabelas llegadas de Andalucía. El número total de reclutados fue
algo superior al de los 7.000 hombres11.
El noble y militar Diego Fernández de Córdoba, Alcaide de los Donceles,
fue el hombre elegido por el rey Fernando para comandar el contingente.
El aristócrata, sobrino de Gonzalo Fernández de Córdoba, acreditaba
una importante experiencia castrense por su participación en la toma de Granada
y en la lucha contra los moriscos sublevados en Filabres en 1501.
9 El poder económico y político del cardenal era inmenso debido a su rango de arzobispo
de Toledo que, como primado de España, le situaba como una de las personas más influyentes
de Castilla. BRAUDEL, Fernand: op. cit., pág. 50.
10 GÓMEZ DE CASTRO Alvar: De las hazañas de Francisco Jiménez de Cisneros. Ed.
José Oroz Reta, Fundación Universitaria Española, Madrid, 1984, pág. 253.
11 FERNÁNDEZ DURO Cesáreo: La Armada Española. Desde la unión de los reinos de
Castilla y de León (Tomo I). Madrid, Sucesores de Rivadeneyra, 1895, pág. 48.
Revista de Historia Militar, 129 (2021), pp. 203-232. ISSN: 0482-5748