250 ANIVERSARIO DEL CUERPO DE INGENIEROS DE LA ARMADA
posteriormente dirigiendo la Real Fábrica de Artillería de La Cavada
(santander) en 1796.
Otras colaboraciones fueron para los arsenales civiles: la de Fernández de
Landa (1778), con su diseño para la base de los Correos Marítimos en la
Palloza (A Coruña), que no se ejecutó, pero debe valorarse por su
composición, que incluía un dique de carenar y todos los servicios portuarios.
Otra similar, aunque desconocemos la autoría, fue la del Arsenal de La
Cabana (Ferrol), con su pequeño astillero y dique de carenar de mareas, que
destacamos por su conservación actual, representativa de estas construcciones
de inicios del siglo XIX.
La construcción de la machina de arbolar del Arsenal ferrolano puede
considerarse como la última de aquellos ingenieros, y en 1827 la gran cabria
bípode con su aparejo y maquinaria que ocupaba todo el edificio hoy
conservado (Mando de la Escuadrilla de Fragatas).
En este esquema de valoraciones tuvo gran influencia la arquitectura naval,
en tierra y en las ciudades: en aquel último cuarto de siglo se comenzaron a
cerrar las galerías de popa de los navíos con acristalamiento, precisamente por
la novedad de los envíos de cristal procedentes de la Real Fábrica de san
Ildefonso (La Granja, segovia) y la artesanía de los carpinteros «de lo
blanco»; este sistema constructivo se copió en balcones y solanas,
produciendo las galerías acristaladas en el Arsenal y en las casas de la nueva
ciudad, en ambos casos estudiando la mejor funcionalidad y forma; son
ejemplos señeros las galerías de las casas del constructor y del capitán de
Maestranza (actualmente del almirante) y las dos viviendas antiguas que
componen la actual Intendencia de Marina, según se comprobó en 1804.
Los trabajos en el Departamento de Cádiz
nos ocupamos ahora de los más representativos de las jefaturas de san
Fernando y La Carraca.
Después de 1779, bajo el mando del ingeniero Ansoategui, se realizaron en
el Arsenal interesantes proyectos y construcciones: el Cuartel para la tropa, la
Fábrica de Jarcias, el Parque de Artillería y las primeras máquinas de los
talleres, como la de vapor para las sierras de maderas, realizada por F. Casado
de torres en 1788; pero las obras con mayor valor corresponden a la jefatura
de tomás Muñoz, que diseñó la definitiva configuración general del Arsenal y
la construcción de los diques de carenar: el primero (san Carlos), iniciado por
sánchez bort, fue terminado por Muñoz en 1785; el segundo (san Luis), en el
mismo año, y el tercero (san Antonio) en 1788. Estas obras tuvieron un gran
valor funcional para su época, incluso en la actualidad, con ciertas
modificaciones, como es el caso extraordinario del dique de san Antonio, aún
en uso e íntegramente como en su obra original y con las estructuras que
432 Agosto-septiembre