PRÓLOGO DEL AJEMA
mente en nuestros arsenales y astilleros, y en nuestras escuelas, que se hicieron
realidad gracias a sus iniciativas y visión de futuro.
Desde entonces hasta ahora, tanto el Cuerpo de Ingenieros como la propia
Armada han sufrido los avatares históricos de nuestra nación, llegando a la
segunda mitad del siglo XX en una difícil posición que se tornó en oportunidad
al ir evolucionando nuestros programas navales desde la importación de
unidades, pasando por la construcción de barcos diseñados en otros países,
hasta una creciente independencia tecnológica que culminaremos con programas
como los del submarino S-80 y la fragata F-110.
Después de estos dos siglos y medio, la Armada, de la mano de la Industria
y la universidad, mantiene esta firme apuesta por la innovación y el desarrollo
tecnológico, y con ello pretende seguir proporcionando a nuestra sociedad,
en este «siglo azul-siglo marítimo», el motor que suponen los programas
navales para alcanzar el objetivo final de que nuestra nación, tan dependiente
de la actividad marítima, siga mirando hacia la mar para favorecer su uso legítimo
y libre.
Antes de finalizar quiero agradecer el excelente trabajo realizado por los
articulistas que han hecho posible la publicación de este monográfico y reconocer
la dedicación y el esfuerzo constante de su director para que la REvIstA
continúe siendo un referente en la divulgación de la tradición y cultura naval
española.
2020 209