250 ANIVERSARIO DEL CUERPO DE INGENIEROS DE LA ARMADA
Posteriormente, la aparición de internet y de los algoritmos de búsqueda
World Wide Web abrieron la posibilidad de acceder a una nueva dimensión
digital y a la conectividad global: la actual versión de la imprenta de Gutenberg.
El gráfico 1 nos muestra los grandes ejes en los que se están produciendo
los avances de la revolución digital. Estos, unidos a la capacidad de cálculo
de la que hoy disponemos, a los nuevos algoritmos combinados con redes
neuronales que están propiciando el despegue de la inteligencia artificial y a la
posibilidad de transferir enormes cantidades de información entre personas y
máquinas (Iot), nos permiten trasladar tareas del dominio físico al dominio
virtual digital, que es la verdadera esencia de la Cuarta Revolución Industrial.
Piense el lector, por ejemplo, lo que supone que en un proceso productivo
el diseño de un sistema complejo pueda realizarse completamente de manera
digital sin un solo plano, simular previamente todas las posibles estrategias
constructivas en el dominio virtual, generar las órdenes de compra digitalmente,
validar el diseño mediante realidad virtual y generar órdenes de trabajo y
procedimientos de pruebas prescindiendo de toda la documentación escrita.
En otras palabras, la revolución digital nos permite integrar prácticamente
toda la cadena de valor en el dominio cibernético. El eslogan del «teclado al
cliente» sintetiza perfectamente la esencia de esta transformación.
La Armada en la cuarta revolución industrial
Como ya indiqué en la introducción, en las próximas décadas la Armada
tendrá que acometer una profunda transformación para adaptarse al cambio
que impondrá en todos los ámbitos la dinámica de la Cuarta Revolución
Industrial. si nos sirve de referencia lo que ocurrió durante la gran revolución
tecnológica e impulso industrializador del XIX, cabe esperar que se produzcan
cambios significativos en la estructura de la Fuerza, en la organización, en la
política de personal, en la logística, en los procesos de adquisición y en la remodelación
de la base tecnológica e industrial. De manera similar a lo que aconteció
entonces, estos tendrán lugar en una sociedad que, a su vez, estará sufriendo
una metamorfosis en lo político, en lo social y en lo económico.
Resulta imposible esbozar —ni siquiera a grandes trazos por la brevedad
que exige este trabajo— las implicaciones del poder transformador que
tendrán tecnologías como la inteligencia artificial, el 5G, el big data, el internet
de los objetos (Iot), la realidad virtual, el proceso en la nube, la impresión
3D, etc. Mucho menos aún predecir el efecto de nuevas armas —vehículos y
misiles de hipervelocidad, láseres de alta potencia, cañones electromagnéticos,
armas no cinéticas...— que todavía se encuentran en estado embrionario
de desarrollo, pero que sin duda alguna están destinadas a jugar un papel
importante en la guerra naval en el futuro inmediato. Por eso, me limitaré de
manera forzosamente superficial a exponer algunas reflexiones sobre el
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