250 ANIVERSARIO DEL CUERPO DE INGENIEROS DE LA ARMADA
El debate en los Estados unidos de cara a una fuerza distribuida e híbrida
gira actualmente en torno a preguntas como: ¿existe suficiente evidencia
analítica de cuál debería ser la proporción entre plataformas tripuladas y autónomas?,
¿cuáles son las implicaciones presupuestarias?, ¿existe un concepto
operativo que avale la decisión de una fuerza distribuida?, ¿cuál es el riesgo
de derivar parte del presupuesto a implementar este concepto en vez de apostar
por unidades tradicionales?, ¿está la base industrial preparada para dar
respuesta a esta nueva estructura de la Fuerza?, ¿cuáles son las implicaciones
para el personal? Aunque, si hiciésemos un ejercicio intelectual de imaginación,
seguro que veríamos a los responsables de las marinas de 1850 haciéndose
preguntas similares referentes a incorporar o no los nuevos avances
tecnológicos a las flotas, ¡sin embargo, el cambio ocurrió!
La base tecnológica e industrial de la cuarta revolución industrial.
industria 4.0
En el futuro, como ahora, no será posible contar con una fuerza naval
moderna, compleja, equilibrada y eficiente sin el apoyo de una amplia base
industrial, tecnológicamente avanzada, económicamente viable y capaz de
competir en el mercado internacional (22). Para disponer de una flota a la
altura de las exigencias de nuestra defensa y que nos permita contribuir a
la seguridad compartida con nuestros aliados, resultará imprescindible mantener,
en la medida de lo posible, la capacidad de nuestra base industrial para
diseñar construir y sostener las plataformas e integrar en ellas los sistemas de
armas más complejos.
En el pasado, mantener estas capacidades ha sido siempre considerado un
activo estratégico para la Armada, pero en el ambiente de cambios permanentes
y de creciente integración de los entornos digital y físico que impondrá la Cuarta
Revolución Industrial esa necesidad resultará aún más esencial. En general,
las plataformas, asumiendo un diseño con suficientes márgenes y que estén
convenientemente mantenidas, pueden estar en servicio sin grandes modificaciones
durante varias décadas (23). sin embargo, sus sistemas estarán sometidos
a evolucionar al ritmo impuesto por el mercado y por los cambios del
entorno operativo. En tales circunstancias, conservar la capacidad de combate
de las unidades solamente será factible si se dispone de los necesarios recursos
tecnológicos e industriales propios; no sería viable, ni desde el punto de vista
económico ni operativo, que para el apoyo del ciclo de vida hubiese que acudir
(22) Como más tarde se expondrá, no sería viable mantener a una amplia base industrial
dependiendo únicamente del presupuesto del Ministerio de Defensa.
(23) El bombardero B-52 es el claro ejemplo de cómo una misma plataforma se ha ido
adaptando a diferentes misiones.
2020 237