
110 RICARDO GONZÁLEZ CASTRILLO
galeras e navios”33. La armada quedaba al mando de Bernardino de Mendoza,
a la sazón alcaide y capitán de la Goleta. Al propio tiempo, se preparó
también un ejército que salió de esta plaza en dirección a Kélibia34, el cual,
al no poder reunirse con la flota, marchó sobre Susa, donde desembarcaron
las tropas y artillería que llevaban, uniéndose a ellos el ejército del emir
ḥafsī. Y pronto surgieron las discrepancias entre los coaligados pues Mulay
Ḥasān y los capitanes de las galeras querían asegurar el sitio antes de asaltar
el castillo, en tanto que el virrey y el ingeniero Ferramolino opinaban tomarlo
en primer lugar, criterio que prevaleció. Así pues, batieron la muralla del
castillo de Susa y, por la brecha abierta de siete pasos, entraron al mismo.
Pero la acción acabó en tragedia pues murieron 40 soldados –entre ellos el
capitán Diego de Castilla y su alférez, los primeros en acceder al recinto- y
otros 150 fueron heridos, tras de lo cual se retiraron y regresaron a Sicilia.
El emir tunecino exponía ante Tovar la difícil situación en la que le
habían dejado “porque con esperança della Susa sostenia a Tunez y a todo
lo demas y que agora no sabe que hacer de si ni donde irse, que nada le es
seguro”35. Incluso mostraba su deseo de entrevistarse en persona con el emperador
para que le ayudase militarmente o le acogiera como un gobernante
exiliado. Ante ello, inexperto como era entonces en la política norteafricana,
Tovar se limitó a asegurarle que Carlos V no había ordenado esta expedición
y que el virrey siciliano había actuado por cuenta propia en este asunto36.
Aprovechó además para denunciar al ḥafsī la venta de remos de algunas
galeras a los alárabes37 para hacer lanzas.
33 A.H.N., Estado, leg. 2876, nº 14. “Copia de la capitulación hecha entre el virrey de
Sicilia en nombre del emperador Carlos V y el Rey de Túnez a 10 de enero de 1538”.
34 Kélibia fue tomada posteriormente, junto a otras ciudades tunecinas, en las campañas
de los años 1540 y 1541 por García Álvarez de Toledo y Osorio, que, por entonces, era
capitán de las galeras de Nápoles, adonde fue por orden del almirante Andrea Doria y de
Hernando de Gonzaga, virrey de Nápoles. Vid. la relación por él redactada en A.G.S.,
Estado, leg. 1033, doc. 64. “Discurso de lo que García de Toledo hizo en Berbería, así en
la empresa de la Calibia como en lo demás, hasta volver a Messina”.
35 A.G.S., Guerra y Marina, leg. 13, doc. 91. “Carta de Francisco de Tovar al emperador
Carlos V” de fecha 30 de abril de 1538.
36 A.G.S., Guerra y Marina, leg. 13, doc. 92. “Resumen de la carta de Francisco de Tovar”
de fecha 30 de abril de 1538.
37 “Alarabes comunmente son llamados aquellos que moran en Arabia”. Vid. Mármol Carvajal,
Luis del: Primera parte de la descripción general de África. Rene Rabut, Granada,
1573, fol. 35v. Por lo general, este término, en las campañas norteafricanas, designa a la
caballería ligera armada con lanzas a la morisca, que tenía una gran movilidad. Laborda
Barceló, Juan: Los condicionantes de la política militar norteafricana de Felipe II: estrategias,
logística, campañas y sostenimiento de las plazas: de los Gelves a la paz con
el Turco. Universidad Complutense, Madrid, 2014, pág. 51.
Revista de Historia Militar, 129 (2021), pp. 110-138. ISSN: 0482-5748