164 JACINTO JESÚS MARABEL MATOS
al foso en lugar de pasarlas a través de las empalizadas. Después saltaron
sobre ellas, advirtiendo de inmediato que eran incapaces de moverlas,
pues además de encontrarse trabadas, la madera verde de la que estaban
hechas pesaba tanto que resultó imposible liberarlas. Como consecuencia
de tal cúmulo de despropósitos, casi todo el destacamento acabó masacrado
en el foso65.
Figura 10. Badajoz during the Siege of june, 1811. Acuarela de Charles Turner,
que se conserva en Yale Center of British Art de New Haven, Connecticut,
y en la que se puede apreciar los preparativos del cerco en el margen izquierdo
del Guadiana iniciados por la III División del general Picton
En efecto, las pérdidas de este segundo intento de asalto fueron aún
mayores que en el primero. El ataque dejó un saldo de trescientas veintitrés
bajas, entre muertos y heridos, sin contar las decenas de prisioneros que
fueron hechos por los franceses66. Sin duda, la unidad más damnificada fue
el 51º regimiento de infantería ligera, que llegó a perder en todo el cerco más
65 Grattan, William: “Reminiscences of a Subaltern”, en The United Service Journal and
Naval and Military Magazine. Henry Colburn, Londres, 1831, Volumen II, pág. 336.
66 El parte oficial de bajas contabilizó un total de cuatrocientos setenta y cinco efectivos,
de las que cabe sustraer ciento cincuenta y dos correspondientes al primer asalto fallido.
Vid. London Gazzete, de 6 de junio de 1811. Por su parte, el general Houston informó a
Lord Wellington en una carta dirigida al día siguiente, que algunos oficiales habían sido
capturados por la guarnición del fuerte, entre ellos los capitanes Nixon y Budd, así como
el alférez Leslie, por lo que es probable que este número acabara aumentando. Gurwood,
John: Supplementary, op.cit., pág. 159.
Revista de Historia Militar, 129 (2021), pp. 164-170. ISSN: 0482-5748