LA ARTILLERÍA JURAMENTADA EN LOS SITIOS BRITÁNICOS … 145
tablecido en Llerena, a mitad de camino de Sevilla, desde donde hostigarían
la plaza en las distintas escaramuzas que se sucedieron a tiro de fusil de sus
murallas hasta bien entrado el verano.
Las tropas del marqués de La Romana no daban abasto a los numerosos
frentes abiertos en la provincia hasta que después de las derrotas de
Cantaelgallo y la Dehesa del Campo, este “marchó a prestar, sin que nadie
se lo pidiera, ni se lo mandase, el innecesario auxilio a los ingleses en la
campaña emprendida por estos tras las famosas Líneas de Torres Vedras”15.
La Junta Suprema de Extremadura salió tras él dejando la región sin poder
político y militar que la rigiese, hasta que el 27 de septiembre de 1810 el
Consejo de Regencia ascendió a Menacho a mariscal de campo, nombrándole
gobernador de Badajoz y aunando en él ambos poderes16. Un cargo
nada fácil, porque la ciudad se encontraba por entonces al borde la rebelión,
con el estamento eclesiástico, las clases altas y aún los propios vecinos,
superados por las ingentes cantidades con las que debían contribuir a los
gastos del ejército y temiendo que los franceses asomasen de un momento a
otro a las puertas de sus casas.
Temores nada infundados, que comenzaron a hacerse realidad cuando
el 1 de enero de 1811 el mariscal Soult partió de Sevilla acompañado del V
Cuerpo de Mortier, la caballería de reserva del general Latourg-Maubourg,
al que se le unieron tres regimientos de dragones, dos de húsares y uno de
cazadores del I Cuerpo, y ocho compañías de artillería al mando del general
Bourget, que arrastraban un tren con cincuenta y cuatro bocas de fuego.
Aunque el objetivo principal de la campaña de Soult era realizar una maniobra
de distracción para facilitar que el mariscal Masséna pudiera poner
a salvo sus tropas al norte de la frontera portuguesa, Soult se proponía conquistar
de una vez por todas la plaza de Badajoz para asegurar el frente y poder
dedicarse a resolver los focos de insurrecciones que emergían por toda
Andalucía. Así es como el 22 de enero tomó en primer lugar Olivenza, para
plantarse cuatro días más tarde delante de Badajoz, donde Menacho contaba
con apenas 4.000 hombres17.
Estos no se dejaron arredrar por los casi 20.000 franceses que les cercaron
y ejecutaron hasta cinco exitosas salidas demorando los aproches, a la
de Font y Closas, en la calle de San Francisco de la capital gaditana, al precio de quince
reales de vellón según la Gazeta de la Regencia, de 22 de junio de 1810.
15 Gómez Villafranca, Ramón: Extremadura en la Guerra de la Independencia. Memoria
Histórica y Colección Diplomática. Uceda Hermanos. Badajoz, 1908, pp. 214 y 215.
16 Ibídem, pág. 224.
17 Las operaciones del cerco pueden ser consultadas en AHN. Diversos-Colecciones, 109,
nº 25. “Sitio de Badajoz. Pormenores sobre el estado en que se encuentra la plaza de
Badajoz y diario de los sitiados desde el 28 de febrero hasta el 4 de marzo de 1811.”
Revista de Historia Militar, 129 (2021), pp. 145-170. ISSN: 0482-5748