LA VERTIENTE MILITAR DEL CARDENAL CISNEROS. UN FRAILE … 199
creación de transcendentes instituciones como fue la fundación de la Universidad
de Alcalá de Henares, en la que se implicó personalmente.
Desde otra perspectiva, cabe destacar su clara vocación religiosa y su
carácter austero y humilde. Como miembro de la orden franciscana fue su
decisión la de llevar una vida pulcra y discreta, concibiendo el poder del que
se le dotó tan solo como un instrumento para desempeñar sus obligaciones
como hombre de estado. Asimismo, realizó importantes reformas en la iglesia
e incluso ejerció, dentro de sus labores de confesor, de guía espiritual de
Revista de Historia Militar, 129 (2021), pp. 199-232. ISSN: 0482-5748
la reina Isabel la Católica.
Su carisma como gobernante se puso a prueba en sus dos regencias,
coincidentes con momentos en los que la eficaz política interior anteriormente
desarrollada por los Reyes Católicos no proporcionaba el éxito deseado
y la situación de incertidumbre e interinidad animaba a la agitación
de parte de la nobleza que veía en esas épocas transitorias un buen momento
para reivindicar sus peticiones. Dentro de este complicado contexto, el cardenal
siempre actuó con decisión ante la nobleza y el clero, siempre inquietos
y dispuestos a la conspiración y conscientes de que en un futuro próximo
la corona recaería en la persona de Carlos, un flamenco, hijo de Felipe y
Juana, muy alejado de los intereses castellanos.
De igual manera, Cisneros mantuvo siempre la firmeza cuando sus
decisiones no eran muy populares. Dada la fuerte personalidad del cardenal,
en ningún momento dudó en utilizar las fuerzas militares disponibles para
hacer cumplir sus órdenes o solventar las difíciles situaciones que tuvo que
afrontar e incluso para implicarse personalmente en ambiciosos proyectos
de conquistas en tierras norteafricanas.
1. LA APORTACIÓN MILITAR DE CISNEROS ENTRE 1505 Y 1516
1.1. Cisneros y su implicación en las guerras de África
Es indudable el papel protagonista que tuvo Cisneros en algunas de
las ocupaciones españolas desarrolladas en el norte de África. Sin embargo,
para comprender el verdadero interés que tenía el cardenal por la conquista
de plazas norteafricanas es necesario conocer primeramente cuáles fueron
las principales justificaciones que pudieron llevar a la corte española a abordar
estas difíciles empresas en tierras berberiscas.
Como punto de partida, debemos considerar un argumento de índole
social. Con la llegada al trono de los Reyes Católicos la nobleza fue some