PRIMEROS AÑOS DE FRANCISCO DE TOVAR COMO ALCAIDE Y … 125
entienda”99. En resumen: nunca se había previsto una partida de gasto para
la compra de tales excedentes, pese a contravenir las instrucciones reales en
este sentido, pues Carlos V había ordenado a Bernardino de Mendoza, en su
carta de 15 de noviembre de 1536, que se comprasen “bastimentos para que
estouiesen de rrespeto y que se rremudasen y rrenouasen a sus tiempos”. Y
tan seguro estaba del cumplimiento de este mandato que en su contestación
a Mendoza el 31 de diciembre de 1537, el emperador escribía “que lo executo
y proueyo que no se tocasen ni gastasen los bastimentos que huuiese
de rrespeto sin poner otros de nueuo”100. Por este motivo, no alcanzaba a
comprender cómo Tovar le indicaba que la Goleta carecía de reservas hasta
el punto de que cuando escaseaban los suministros procedentes de la ciudad
de Túnez, se veía obligado a distribuir lo poco que había entre los soldados
para que no muriesen de hambre. En junio de 1539, la situación debió ser
tan dramática que tuvo que limitar la entrega de alimentos “porque queria
mas aventurar a que se muriesen aquellos que no aventurarlos a todos”101.
Ante tal estado de cosas, solicitó Martín Niño al alcaide le indicara cuáles
serían en su opinión los excedentes necesarios. Y precisamente la relación
elaborada por Tovar nos permite conocer con bastante exactitud el número
de fuerzas que constituían la guarnición de la Goleta en aquellos momentos.
En principio, las reservas debían servir para cubrir las necesidades de un año
completo, ya que su existencia era imprescindible en caso de asedio. Por
tanto, calculaba que para los 1500 hombres aproximadamente que había en
la fortaleza –1000 soldados, 200 gastadores y 300 marinos- lo adecuado sería
tener un remanente de 5.625 quintales de bizcocho –una libra por hombre
diaria-, 1.000 botas de vino, 1.500 quintales de queso y otros tantos de arroz,
además de una cantidad de tocino y vinagre que no concreta. Y proponía
asimismo que se adquiriesen estos productos en España por tener mejores
precios que Sicilia, y el tocino en Cerdeña, por la misma razón económica.
Por último, Niño informó al emperador que Tovar estaba molesto por
la reducción del número de jinetes, que pasaron de 12 a 7. “Creo que quien
informo dello- señalaba el alcaide- no deue auer visto mucha guerra pues
dize que aqui no ay necessidad de mas”102. Aducía como justificación la
existencia de alárabes por la zona, los más peligrosos enemigos de la Goleta,
contra los cuales poco podía hacer la infantería. Por ello solicitaba que no
99 A.G.S., Guerra y Marina, leg. 15, doc. 34. “Carta de Francisco de Tovar al emperador
Carlos V” de fecha 9 de junio de 1539.
100 A.G.S., Guerra y Marina, leg. 16, docs. 52 y 53. “Cartas del emperador Carlos V a
Revista de Historia Militar, 129 (2021), pp. 125-138. ISSN: 0482-5748
Francisco de Tovar”.
101 A.G.S., Guerra y Marina, leg. 15, doc. 34. “Carta de Francisco de Tovar al emperador
Carlos V” de fecha 9 de junio de 1539.
102 Ibidem.