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Operaciones multidominio, guerra
en mosaico, amenaza híbrida, zona
gris… Estos son los entornos donde
la Fuerza Conjunta deberá combatir
en un futuro más próximo del
que podríamos haber llegado a pensar
hace poco tiempo. Los recientes
ejemplos de la crisis de Ucrania están
demostrando que el ferrocarril
es un elemento fundamental para
ambos contendientes a la hora de
desplegar fuerzas, proporcionar
sostenimiento y también procurar
un espacio seguro para los millones
de desplazados y refugiados de este
conflicto.
Habitualmente se ha relacionado el
ferrocarril con los niveles de conducción
estratégico y operacional como
apoyo a los procesos de proyección
de fuerzas y RSOM1 y sostenimiento
de la Fuerza Conjunta mediante la
gestión, explotación y rehabilitación
de la infraestructura esencial para
ejecutar los transportes militares por
ferrocarril necesarios para la proyección,
el despliegue, el sostenimiento y
el repliegue de las operaciones. También
habrá que preguntarse si tiene su
lugar en el nivel táctico de las operaciones.
MOVILIDAD, EL NUEVO RETO
OPERACIONAL
La disuasión efectiva requiere de una
capacidad demostrada y la voluntad
de utilizarla. Debe construirse sobre
una sólida base de rapidez, tanto en
el alistamiento como en la proyección,
para disponer de la capacidad
de combate en el lugar adecuado a
fin de contener al adversario o, si la
disuasión falla, responder de forma
íntegra y contundente.
La movilidad militar es esencial para
ejercerla. Es una herramienta que permite
a los líderes políticos evitar una
crisis al disponer de la capacidad de
disuasión adecuada, evitando enfrentarse
a una campaña de recuperación
de territorio.
Desde 2014, el entorno de seguridad
europeo y mundial ha cambiado sustancialmente.
Para la OTAN, han surgido
nuevos retos y amenazas que
afectan principalmente a Europa: al
este, las acciones agresivas de Rusia
contra Ucrania y su primigenia anexión
de Crimea; al sur, la inestabilidad
y la violencia que se extienden por
Oriente Medio y el norte de África.
Para ello, la Alianza debe asegurarse
de que dispone de las fuerzas adecuadas
en el lugar conveniente y en
el momento oportuno, respondiendo
con escaso preaviso a estos retos.
LOS PRINCIPIOS DE LA
MOVILIDAD MILITAR
Dos principios siguen siendo fundamentales
para mostrar una capacidad
militar eficaz y eficiente: la rapidez
en el alistamiento y la rapidez de
despliegue. La movilidad militar debe
procurar que las unidades de combate
y apoyo al combate puedan ejercer
su capacidad de combate y apoyo logístico
al combate, y proporcionar el
adecuado sostenimiento de su esfuerzo.
El escenario futuro, con el combate
en diferentes dominios, exigirá que
el propio concepto y los principios de
movilidad se adapten al mencionado
escenario. La respuesta a preguntas
como qué hay que mover, por parte
de quién, dónde, cuándo, cómo y
contra quién, y qué tipo de amenaza
requiere una nueva mentalidad sobre
la movilidad. En un entorno así,
Tren blindado «Baikal» del Ejército ruso atravesando un puente de ferrocarril sobre pontones. Fuente: nevskii-bastion.ru