![](./pubData/source/images/pages/page64.jpg)
Tropas-Beni-Sikar-Trincheras-Españolas-Melilla-Rif
LLUVIA DE LAUREADAS
SOBRE KUDIA TAHAR
El 8 de septiembre de 1925, comenzaba el desembarco de Alhucemas, la feliz resolución
de una operación que abría el camino para poner punto final a la guerra de África. En
el contexto de esta magna operación anfibia, cobraron especial relieve la defensa y
liberación de la posición de Kudia Tahar (3-13 de septiembre de 1925). Los combates
que se libraron en torno a esta culminaron con la victoria de las tropas españolas. Esta fue
fruto del valor, la abnegación, el espíritu de sacrificio y la voluntad de vencer mostrados
por los oficiales españoles que participaron en ellos.
Sirvan estas letras como homenaje a los soldados de España que, en el cumplimiento
del deber, regaron generosamente con su sangre los secarrales del norte de Marruecos
Joaquín Navarro Méndez
Comandante de Infantería retirado
ANTECEDENTES
Aunque las relaciones entre españoles
y marroquíes abarcan varios siglos,
los orígenes del Protectorado
Español en el norte de Marruecos hay
que situarlos a principios del siglo XX.
En el año 1906 tiene lugar en Algeciras
una conferencia en la que participan
las primeras potencias europeas.
Al final de esta, se acordó la división
de Marruecos en dos protectorados:
uno para Francia y otro para España.
En noviembre de 1912, estos dos países
firman una «entente» en Madrid,
quedando públicamente definidas sus
respectivas zonas de responsabilidad
en el país marroquí. Este tratado dio a
España el dominio sobre un rectángulo
dentado de tierra que se extendía desde
el océano Atlántico al oeste hasta
el río Muluya, lindante con la frontera
argelina al este, y desde el mar Mediterráneo
64 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
por el norte hasta una línea
irregular situada a unos cuarenta kilómetros
al norte del río Werga por el
sur. El Marruecos español abarcaba
aproximadamente trescientos sesenta
y cinco kilómetros de este a oeste
y entre cuarenta y ochenta de norte a
sur, con una superficie aproximada de
diecinueve mil kilómetros cuadrados.
La zona de Marruecos sobre la que los
españoles asumieron su responsabilidad
y autoridad en 1912 era un país
sin cartografía. Solamente había tres
puntos de penetración europea superficial:
Larache, pequeña ciudad del
Atlántico imposibilitada para la posesión
de un puerto importante a causa
de los violentos vientos y los bancos
de arena; Ceuta, en el Mediterráneo,
en la punta norte de la península de