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en socorro de esta. De esta fuerza,
solo un número reducido penetró en
ella, integrándose en los defensores.
El resto quedó retenido en el collado
de Vázquez. Asimismo, ese mismo
día salió desde Tetuán otra columna al
mando del teniente coronel Hernández
Francés con la misión de arrojar
al enemigo del barranco de Assaden;
esta sostuvo violentos combates sin
conseguir su propósito. No obstante,
nuestras pérdidas fueron numerosas;
entre ellas se contaba el jefe de la columna.
Desde el 5 al 11 de septiembre, la
vida en la posición fue realmente
angustiosa. Sin embargo, tanta adversidad
68 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
poco afectó al espíritu de
combate de los sitiados. Por otra parte,
el mando no cejó en su intento de
articular acciones para socorrer y liberar
la posición, aunque con escaso
éxito. Así, el día 5 un tabor de regulares
de Ceuta y un batallón del Regimiento
del Serrallo solo consiguieron
recuperar varios puestos en la línea
de Nator. Asimismo, el día 9 el teniente
coronel Álvarez Arenas, al frente de
una columna constituida por un tabor
de regulares de Ceuta y la Mehl
la de Tetuán, trató de subir por el
barranco de Seguin mientras el coronel
Prats, al mando de un batallón
del Regimiento Toledo n.º 35 y otro
del Regimiento Ceuta n.º 60, obstaculizaba
la progresión del enemigo
hacia el valle del río Martín desde
posiciones defensivas en el barranco
Busamelal. Sin embargo, la tenaz resistencia
de los rifeños impedía a las
columnas de socorro aproximarse a
la posición.
POSICIÓN LIBERADA
La situación planteada era tan grave
y tan desastrosas las consecuencias
que acarrearía la caída de Kudia
Tahar en manos enemigas que el