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Es responsabilidad de todos los jefes
de unidad del ET conocer y prepararse
para actuar en las guerras en las que
podrían involucrarse sus unidades. Y
es responsabilidad del MADOC y de
otros mandos de primer nivel actualizar
los procedimientos para adaptarlos
a los nuevos conflictos. «En el verano
de 1914, los Ejércitos opositores a los
poderes aliados anticiparon una corta
pero decisiva campaña basada en sus
doctrinas»13, pero se equivocaron. Esa
errónea previsión los llevó a la necesidad
de probar nuevos procedimientos
sobre la marcha mediante el ensayo y
error, sin posibilidad previa de experimentar
ni practicar.
Las sucesivas generaciones de militares
han encontrado retos prácticos
que los conceptos recibidos no
resolvían y sobre los cuales sus predecesores
dejaron análisis y conceptos
útiles pero insuficientes. La única
manera de evolucionar en estos
dilemas es desarrollar nuevos planteamientos
que permitan la integración
eficaz de ideas no probadas en
ambientes nuevos. Así, el trabajo de
la DIDOM está orientado hacia el objetivo
de ser útil para todo el Ejército
de Tierra y por ello su implicación
en prospectiva, investigación, experimentación,
lecciones aprendidas,
evaluación, foros conjuntos y organizaciones
internacionales obliga y
posibilita adelantarse a lo que luego
será el cuerpo doctrinal y los procedimientos.
Carros de combate Leopardo. Foto Octavio Díez Cámara
La DIDOM hace prospectiva por lo
menos tres años antes de que los
conceptos evolucionen y se conviertan
en la doctrina que guía a la fuerza.
Por ejemplo, las actuaciones del
Ejército de Tierra en los conflictos
asimétricos se comenzaron a estudiar
en la DIDOM tres años antes de
que ninguna fuerza española desplegara
en Afganistán, donde nuestras
tropas emplearon los procedimientos
definidos en las publicaciones doctrinales
consecuencia de dichos estudios:
PD3-301. Contrainsurgencia,
de 2008; PD3-302. Protección de la
28 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
fuerza, de 2009; PD2-001. Operaciones
de estabilización, de 2013; PD4-
006. Procedimientos tácticos en contrainsurgencia,
de 2014, etc.
Lo mismo ocurre ahora con las operaciones
multidominio, que para muchos
pueden sonar desconocidas o
como un concepto moderno y «perecedero
», pero que seguramente serán
el pegamento de fusión del ET en
nuestras futuras operaciones conjuntas.
Las técnicas actuales no permiten
todavía combinar y emplear rápidamente
los efectos multidominio, pero
dentro de pocos años las herramientas
proporcionarán análisis avanzados
capaces de identificar y emplear
combinaciones óptimas de capacidades
de todo dominio en periodos de
oportunidad anticipados. Además, la
automatización y las comunicaciones
modernas deben proporcionar estas
capacidades sin impedir la movilidad
de las unidades tácticas de maniobra.
Si el Ejército encuentra soluciones
eficaces en materia de doctrina, organización,
adiestramiento, material,
liderazgo, formación, personal e instalaciones,
entonces podrá cumplir
su misión en una confrontación que ni
empieza ni termina con las operaciones
militares, afrontando el problema
de los combates que presentarán los
futuros conflictos.
Nube multidominio