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e incluso cadáveres, principalmente
de civiles que quedaron atrapados ahí
para siempre.
Aunque he de decir que algo me entristeció
en nuestro paseo por la ciudad:
la visita al famoso puente antiguo
de Móstar, el cual fue destruido
en 1993, estando yo presente en el
país, y tras lo cual España instaló una
pasarela que estuvo permitiendo el
tránsito entre la zona este y oeste de
la ciudad a muchas familias durante
más de diez años. Hoy el puente está
reconstruido a semejanza del original,
con una placa que agradece las
contribuciones para realizar esa obra,
pero ninguna referencia a aquella pasarela
que tanto agradeció la población
en su día.
14 / Revista Ejército n.º 977 • septiembre 2022
Sin embargo, en Jablanica, una ciudad
sitiada por los bosniocroatas, el riesgo
principal provenía de unas piezas de
artillería que esporádicamente abrían
fuego sobre la ciudad, impactando varias
veces en el propio destacamento.
Algunas veces, fuerzas locales aprovechaban
los momentos de confusión de
un ataque para intentar sustraer gasoil
de los propios blindados y cisternas,
por lo que había que defender la base
ante estas incursiones.
Ahora existe un centro comercial al
lado del campo de fútbol que ocupábamos
como base y quedan pocos
restos de lo que fue un destacamento
de vital importancia, tanto para la población
local como para la escolta de
los convoyes que se dirigían a la capital,
Sarajevo.
Igualmente, el asentamiento de la base
de Dracevo ha quedado reducido a un
camino con huellas donde estaban colocados
los alojamientos. Y la base de
Medjugorje es un complejo de apartamentos
de lujo para visitar la ciudad y
su famoso santuario.
Tras acabar el recorrido me preguntaba:
¿ha avanzado realmente el país durante
todos estos años como para considerar
si es necesario mantener una
fuerza internacional presente? En un
primer momento, al ver tanta normalidad
donde había visto caos, me parecía
que sí. Pronto averigüé que nada
más lejos de la realidad.
Entre el último trimestre de 2021 y la
fecha en que se escribe este artículo,
la situación ha cambiado drásticamente
en Bosnia y Herzegovina. Tal y
como han repetido diferentes líderes
internacionales que han visitado el
país, está en la situación más crítica
después de la finalización de la guerra
en 1995. Según se acordó en el tratado
de paz de Dayton, el país se dividía
en una Federación (con mayoría
de bosniacos y bosniocroatas) y una
República (Srpska, de mayoría serbobosnia).
Además, durante el periodo
posterior a la guerra se organizaron
instituciones estatales comunes a
ambas entidades.
El principal riesgo para el país lo está
protagonizando la República Srpska,
por una deriva secesionista que re-
VEC en Bosnia cuerda en muchos aspectos a la vivida