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TEMAS PROFESIONALES
2015, aduciendo que el régimen de Doha estaba demasiado cerca de Irán y
que promovía el terrorismo internacional, Egipto se sumó a la iniciativa.
Pocos días después, el Parlamento de Ankara autorizaba el despliegue de
tropas turcas en Catar (12).
Desde entonces, han sido dos las bases militares instaladas por Turquía en
esa protuberancia de la península arábiga. La cooperación militar entre Turquía
y Catar es creciente, incluyendo la creación de un mando combinado-conjunto
y la venta de buques de guerra (por ejemplo, un LSM de 1.300 Tpc y 80
metros). Pero haríamos mal si consideráramos esa amplitud estratégica como
un dato aislado. Lejos de esto, Ankara trata de consolidar sus propias SLOC: el
Blue Homeland es la piedra angular de una estrategia marítima muy ambiciosa.
Para ello, Erdoğan ha tratado de llegar a un acuerdo con el Gobierno de
Sudán, para reconstruir el puerto de Suakin (cerca de Port Sudan) como
infraestructura de doble uso (también militar), si bien la intromisión de la
diplomacia blanda de los Emiratos Árabes Unidos (cerca de Port Sudan, con
su persuasivo apéndice económico incluido) podría dar al traste con esa
iniciativa. Más éxito han tenido las negociaciones del Gobierno de Erdoğan
con su homólogo somalí para establecer una base militar en Mogadiscio. Se
trata de unas instalaciones de más de cuatro km2, con facilidades para el
sostenimiento de tropas y para el atraque de buques de guerra. En todo caso,
la «partida» está abierta y Turquía no ceja en su empeño de penetrar en el
mar Rojo y llegar hasta la península arábiga… otra vez.
Lógicamente, el gran problema que en estos momentos se le plantea a
Turquía es el paso por el canal de Suez. Pero las estrategias (geo-)políticas y
militares plantean diversas opciones, tácticas de tenaza, aproximaciones indi-rectas
y fomentos de la subversión interna. Si Egipto volviera a quedar en
manos de los Hermanos Musulmanes (como ya sucedió tras las primaveras
árabes), ese tema quedaría resuelto ipso facto. A su vez, claro, las conexiones
de Erdoğan con ese movimiento transnacional contribuyen a enervar al
Gobierno egipcio. No es otro el motivo de su apoyo a Haftar en Libia.
Otras derivadas de los impulsores del Blue Homeland
Para terminar, en este análisis no podemos obviar el sesgo explícitamente
prorruso de Gürdeniz y sus seguidores, incluso, a fuer de lo anterior, el sesgo
descaradamente antioccidental de estos oficiales turcos (Galip, 2021). Aunque
solamente fuese por eso, creo que sería mejor aludir a un neo-kemalismo, en
vez de meramente al kemalismo de siempre, hasta el punto de que son escépticos
(12) Si bien el acuerdo por el cual Turquía se comprometía a establecer una base militar en
Catar data de noviembre de 2014.
322 Marzo