HISTORIA DE LOS NUDOS Y EL ARTE DE ANUDAR
primera vez, en castellano como gassa en un manuscrito del siglo XVII, lo mismo que el catalán
gaça y el italiano gassa o gazza, considerados de origen incierto.
En nuestro caso la gaza de cordelero toma su nombre de la palabra gaza y el epíteto
«cordelero», posiblemente por ser la utilizada por estos profesionales en la elaboración de las
jarcias en los talleres de cordelería de los arsenales.
Confección y usos más comunes
Para hacer esta amarradura «Se toma un cabo sobre el que se quiere hacer la gaza. Descol-chamos
los chicotes ‘a’, ‘b’ y ‘c’ (fig. 1). Tomamos uno de los chicotes, por ejemplo ‘c’, y lo
descolchamos una cierta distancia equivalente al tamaño de la gaza (fig. 2). Llevamos los otros
dos cordones sobre el firme del cabo y enguillamos los cordones ‘a’ y ‘b’ sobre el claro del
cordón ‘c’ que vamos descolchando a medida que colchamos los otros dos cordones. Una vez,
pronto a finalizar, se toma el chicote del cordón ‘c’ y se ata con uno de los otros cordones ‘b’ o
‘a’ mediante un nudo llano. Terminamos la gaza falcaceando con un hilo de vela o una piola
para reforzar la costura de la gaza».
Es una gaza sencilla pero algo débil y se emplea en zonas de labor donde se haga poco
esfuerzo.
Otras denominaciones
En portugués: alça; italiano: gassa o gazza; francés: ganse (Diccionario des termes de
marine francés-español, 1803, gançe (Diccionario de los términos de la marina francesa, 1810,
garçe; inglés: splice; catalán: gassa o gaça; árabe: gazza; euskera: arza. Vallarino dice que
también se le llama gaza por el chicote o gaza de manilla.
Juan OZORES MASSÓ
384 Marzo