450 ANIVERSARIO DE LA BATALLA NAVAL DE LEPANTO
Tarjeta postal con un modelo de galera. (Colección Marcelino González)
contrarios o los saboteaban prendiéndoles fuego o abriéndoles agujeros en los
cascos. Y los mosquetes, arcabuces, flechas y ballestas continuaban funcio-nando,
al tiempo que se lanzaban estopas ardiendo, piñatas incendiarias, cal
viva y otros materiales.
En cualquier momento del combate, y dependiendo de las circunstancias
—viento, mar, armas empleadas, nivel adiestramiento, posición del barco,
estado de ánimo de las tripulaciones, etc.—, la situación podía dar un vuelco,
y la galera asaltada podía reaccionar y convertirse en asaltante, obligando a la
asaltante a pasar a la defensa.
A modo de cierre
Las galeras y demás embarcaciones de remos jugaron un gran papel en su
momento al poder navegar, maniobrar y desplazarse sin depender del viento.
Pero su fragilidad ante inclemencias duras, su escasa autonomía por su poca
capacidad de carga de víveres y agua para su numerosa dotación, la necesidad
de contar con grandes cantidades de remeros, la mayor necesidad del empleo
de la artillería y el aumento de la capacidad operativa de los barcos de vela
296 Agosto-septiembre