450 ANIVERSARIO DE LA BATALLA NAVAL DE LEPANTO
quiere soldados que estén acostumbrados a trabajar en la mar, que no se
mareen, que sepan nadar, que gusten de la comida seca y salada y que sean
duros para la vida en las galeras. Se introducen también una serie de noveda-des
tácticas. Juan de Austria le pide a Felipe II que cada galera tenga un
mando único, y no un jefe de soldados y otro de marineros.
El rey, enterado de que los arcabuces en servicio están en general en muy
mal estado, así como la pólvora y los frascos que la portan, ordena adquirir en
Milán 2.000 nuevas armas.
De los informes de espionaje se sabe que los turcos son buenos tiradores y,
para contrarrestar esto, Juan de Austria solicita adquirir rodelas, petos, celadas
y todo aquello que ayude a proteger a sus soldados. Se compran ballestas para
combatir a los arqueros turcos, que eran temibles por su eficacia. Se solicita
embarcar a una docena de mosqueteros en cada galera. El mosquete, de mayor
alcance que el arcabuz, ya estaba en uso en Flandes por iniciativa del duque
de Alba, pero no habían dotado aún de estos a los tercios embarcados. El rey
también accedió a esta petición.
El 1 de enero de 1569, la rebelión de los moriscos de Granada, en lenta
gestación desde mucho tiempo atrás, estalla repentinamente, y entre marzo de
1569 y mayo de 1570 parece que tenemos un paréntesis en las obligaciones
de Juan de Austria como capitán general de la Mar, pues solicita al monarca
ser jefe y gobernador del Ejército de Granada. Y se le concede. El 13 de abril
de 1569 comienza sus operaciones, y en la primavera de 1570 ya la revuelta
es residual; pero las noticias que llegan de Europa son bastante graves: los
turcos han atacado Chipre.
La Liga Santa
El papa Pío V era plenamente consciente de los dos peligros que se cernían
sobre la cristiandad: la herejía y el turco.
Ante la petición de ayuda de Venecia, el papa intenta agrupar a los reyes y
príncipes cristianos que pudieran ayudar. No todos acuden y hay excusas de
todo tipo, y los que se prestan lo hacen por diferentes intereses.
Pío V toma las riendas de la situación mediante una serie de negociaciones
diplomáticas, y el 25 de mayo de 1571 proclama la Liga Santa, cuyo docu-mento
de capitulaciones resumido decía:
— La Liga no es solo contra los turcos, sino contra Argel, Túnez y Trípoli.
— Las fuerzas serán 250 galeras, 100 bajeles de guerra, 50.000 infantes
españoles, italianos y alemanes, 4.500 jinetes ligeros, artilleros y
servicios.
— Cada parte se obliga a defender a los demás.
366 Agosto-septiembre