RESULTADOS Y CONSECUENCIAS
DE LA BATALLA DE LEPANTO
A LA LUZ DE LOS PRINCIPIOS
ESTRATÉGICOS
José María BLANCO NÚÑEZ
Antecedentes
(Retirado)
L año 1517, aquel en que Martín Lutero clavó un
documento en la puerta de la iglesia de la Universi-dad
de Wittenberg, podría marcar el inicio de los
prolegómenos de Lepanto; pero, sin tanto ciar,
quedémonos en el día 6 de agosto de 1552, en que
San Ignacio de Loyola definió la necesidad de una
clara estrategia naval:
«Los turcos, no siendo belicosos por mar hasta
agora, se comienzan a hacer prácticos y a cebarse y
comenzar, con lo poco que queda de la Cristiandad,
a usar la industria que usaron para ganar el Imperio
de Constantinopla, ayudando a un príncipe para
resistir y entretenerse con el otro y disgustarse al
uno con el otro y, después, sobreviniendo él, tomó
la del uno y lo del otro. Y así agora, usándose de este comercio con Francia,
hay peligro que después no vengan sin ser llamados, poniendo en gran aprieto
a la Cristiandad por tierra y por mar. Y este inconveniente... se quitaría con
señorear al mar S. M., con potente armada» (1).
García de Toledo Osorio, IV marqués de Villafranca del Bierzo (el cual por
la conquista del peñón de Vélez de la Gomera en 1564, que se consideraba
irrealizable, y por el socorro a Malta de 1565 recibirá del rey Felipe II el duca-
(1) LOYOLA, Ignacio de: Monumenta Ignatiana. Volumen 4 (1551-1553). Epist. 2.775 (6 de
agosto de 1752) al padre Juan de Polanco («Plan de conquista de Jerusalén»). Roma-1964, p. 355.
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