450 ANIVERSARIO DE LA BATALLA NAVAL DE LEPANTO
La rendición de Granada, pintada por Francisco Pradilla y Ortiz, donde muestra al sultán Boab-dil
entregando la ciudad a los Reyes Católicos. (Foto: www.wikipedia.org)
Gracias a la rotunda victoria naval de Lepanto, Europa se salvó de los
turcos y se frenó su expansión en el mar Mediterráneo, siendo la primera de
las grandes batallas libradas tras la aparición de la imprenta, lo que propició la
rápida difusión por todos los confines del mundo. Esa gran victoria no termi-nó
con los corsarios berberiscos, en especial con los que operaban desde
Argel, ciudad que España fue incapaz de conquistar, fracasando todos los
intentos a lo largo de tres siglos.
El presente trabajo es nuestra modesta aportación en este número de la
REVISTA dedicado al 450 aniversario de la batalla de Lepanto, siendo el telón
de fondo del relato el mar Mediterráneo, cuyo significado, el «mar en medio
de las tierras», hace referencia a su carácter cerrado y proclive a la vecindad.
De hecho, desde la Antigüedad hasta avanzada la Edad Moderna ha sido el
crisol donde se gestó la mayor actividad económica, política, social y cultural,
estando las costas de sus países ribereños unidos por mar, medio que siempre
ha sido un elemento integrador y por el que no solo circulan mercancías, sino
personas que propician el cruce de culturas. En resumen, un universo entre-mezclado
y articulado pues, si bien en teoría existía una frontera entre el islam
y la cristiandad, esta era permeable gracias a las embarcaciones que lo surca-ban,
principalmente galeras, con su privativo mundo, y jabeques. Un variopin-to
crisol constituido por diversos grupos humanos con una lengua franca, que
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