450 ANIVERSARIO DE LA BATALLA NAVAL DE LEPANTO
El embajador de Francia observó en 1572 que esa flota otomana, aparente-mente
poderosa y renacida, adolecía de escasez de tripulaciones, presentaba
bisoñez en las mismas, sobre todo por la desaparición de sus tropas de élite
(los jenízaros), y tenía maderas de muy mala calidad, artillería de dudosa
eficacia y problemas de suministros de todo tipo. Aunque se produjeron victo-rias
musulmanas locales, nunca hasta siglos después volvería a darse un
combate de las proporciones de Lepanto.
Los españoles podían centrarse, por fin, en Flandes y ultramar; los turcos
veían amenazas por todas partes, empleándose en el mar Negro contra los
polacos, defendiendo las fronteras contra los rusos, teniendo que someter la
amenaza persa, tomando Bagdad, luchando frente a las rebeliones de jefes
militares territoriales y de los comerciantes.
La inflación en el campo otomano se desató, la paridad con la moneda
veneciana cayó al 50 por 100 de su valor, se sustituyó la plata por el cobre,
ocasionando rebeliones en Grecia y entre varios de sus aliados.
Dejaron los turcos de controlar el Mediterráneo, que además vio aparecer
dos territorios ajenos al mando otomano, Argelia y Marruecos, quedando
Egipto en su órbita con muchas dificultades. El Índico en manos portugue-sas
fue una pérdida importante, impactando en el comercio con India,
Omán, Yemen…
Se estancaron igualmente en la frontera con Hungría, haciendo una paz
duradera, apenas consiguiendo mantener a Grecia bajo su mando.
Podemos afirmar que Lepanto cambió todo; de entrada, trajo una paz en el
Mediterráneo que duraría hasta el siglo XIX. Los turcos continuaron en parte
del Adriático e islas jónicas y no pudieron controlar el Mediterráneo Occiden-tal.
Venecianos, holandeses y franceses volvieron a las andadas y pactaron con
la Sublime Puerta acuerdos comerciales, pero los venecianos se apoderaron de
muchos territorios anulando el poder turco. A finales del siglo XVII la amenaza
turca para Europa pasaba a segundo plano.
La alianza cristiana naufragó, pero el Imperio español hasta la Paz de
Westfalia en 1648 se acrecentó y consolidó, pese a bancarrotas, la situación
de Flandes y la piratería berberisca.
En el resto de colaboraciones de este número monográfico dedicado a
los 450 años de la incuestionable victoria de la Liga Santa, veremos todos
los pormenores que aquí, como capítulo inicial, hemos resumido sucinta-mente.
204 Agosto-septiembre