Una Primera Etapa desde su creación hasta mediados de
mayo de 1983
Una Segunda Etapa desde mayo de 1983 hasta mayo de
1989 y
Una Tercera Etapa desde mayo de 1989 hasta el 20 de di-ciembre
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de 1990, cuando según el Real Decreto 1649/1990,
de esa fecha se transforma la Escuela en Sociedad Estatal.
La primera etapa fundacional
En la primera etapa, los profesores encargados principal-mente
de la instauración y puesta en funcionamiento del
organismo fueron un grupo emérito de aviadores militares3
encabezados por el Ilustrísimo coronel Juan José Aldasoro
Quijano. En la tercera etapa algunos de estos mismos profe-sores
militares y algunos otros se incorporaron de nuevo a la
escuela, mientras que en la etapa segunda o intermedia los
profesores y de paso la propia organización, se vieron some-tidos
a diferentes vicisitudes que dificultaron en gran medida
el normal funcionamiento.
Dentro de la primera etapa se dieron varios momentos dig-nos
de destacarse en la historia de la ENA. Hubo un periodo
transitorio de casi dos años en los cuales la Escuela de Poli-motores
de la Base Aérea de Matacán se encargó de las en-señanzas
de la Primera Promoción4, cumpliendo así lo
especificado en la Disposición Transitoria del decreto de
creación y que textualmente decía… «La Escuela de Polimo-tores,
dependiente del Ejército del Aire asumirá los cometi-dos
de la Escuela Nacional de Aeronáutica, en tanto dicha
escuela nacional precise su colaboración…».
El personal y el material de la escuela
En febrero de 1976 se nombró a su primer director, el coro-nel
Aldasoro, quien solicitó colaboradores al Estado Mayor
del Aire, el cual al cabo de una convocatoria anunciada en el
BOA de 25 de febrero de ese mismo año destinó a los ocho
profesores militares con sobrada preparación y experiencia en
Enseñanza Aeronáutica que se citan en la nota 3.
A mediados de 1976 se incorporaron a la escuela veintiún
alféreces de Complemento pertenecientes a la 26.ª Promo-ción,
que acababan de finalizar el Curso de Polimotores con
un número de horas de vuelo entorno a las 340. Con el fin
de impartir las clases en vuelo para la obtención del Título
de Piloto Comercial de 1.ª Clase debían cumplir según los
requisitos en vigor 700 horas de vuelo de las cuales 25 horas
debían ser de vuelo nocturno, 10 de ellas de viaje, 20 horas
de vuelo instrumental y 150 horas de piloto al mando, inicián-dose
los cursos para dotar a estos pilotos inmediatamente
de los requisitos necesarios, utilizando el material inicial con
que se contaba.
Una vez finalizado este Primer Curso de Instructores, se
les propuso para la concesión del Título de Piloto Comercial
de 1.ª Clase y la Aptitud para la Calificación de instructor
ayudante de Vuelo Básico, según acta de la ENA del 18 de
enero de 1977. La Subsecretaría de Aviación Civil denegó la
concesión del Título de Comercial de 1.ª, autorizándoles no
obstante a desempeñar las funciones atribuidas a la Aptitud
de instructor ayudante de Vuelo Básico, siempre que las en-señanzas
impartidas lo fueran a los alumnos de la ENA. La
escuela continuó a partir de ese momento recibiendo más
aviones y simuladores, a la vez que se incorporaban nuevas
Promociones de futuros pilotos de forma que se sucedieron
las convocatorias para la II Promoción en junio de 1976 para
36 plazas, la III Promoción en abril de 1977 para 36 plazas,
para la IV Promoción en junio de 1978 con 44 plazas y la V
Promoción en marzo de 1979 para 50 plazas. El 18 de agos-to
de 1979 fueron destinados a la ENA nuevos profesores de
vuelo, que eran tenientes del Arma de Aviación. Se trataba
de Federico Yváñez Torres, Julio Padellano Bernal, Andrés
Ortega Martín, Fernando Martínez Martínez, Ignacio Márquez
Moraga, Juan Ayuso Puente y Manuel María Azorín Vázquez.
Durante los años precedentes algunos profesores habían
abandonado la Escuela para pasar a las Líneas Aéreas.
Aviones en la escuela desde su comienzo
El material de vuelo con que comenzó su andadura la es-cuela
fueron diez Beech F-33A Bonanza, cuatro Beech
B-55 Baron y tres C-90 Beech C-90 King Air. Con posteriori-dad
se fueron incorporando nuevos aviones hasta completar
los previstos y algo más tarde se unieron a los precedentes
dos C-212 Aviocar y dos helicópteros.
Edificios e infraestructura
Los primeros tiempos de la Escuela fueron francamente
draconianos en cuanto a locales, material de oficina, au-las
para clases y personal de administración. Se utilizaba una
pequeña y oscura oficina cedida por la Base Militar y usada
para todo tipo de cometidos.
Septiembre de 1979 marcó un formidable avance en el de-sarrollo
del Centro ya que después de laboriosas negociacio-nes
se consiguieron los créditos necesarios por parte del
Ministerio de Transportes y Comunicaciones, inaugurando el
ministro Sánchez Terán las nuevas instalaciones dotadas de
los más modernos sistemas de enseñanza, que podían com-pararse
sin desdoro con las que poseían las mejores escue-las
europeas.
El edificio principal de la Escuela, que es el mismo que ha
sido utilizado en secuencia posteriormente por SENASA y
por ADVENTIA, tiene una superficie aprovechable de más
de 5.000 metros cuadrados y dispone de siete aulas ca-paces
para más de 300 alumnos, dos salas de briefing, Bi-blioteca
Técnica, Salón de Actos, Sala de Simuladores que
alberga seis FRASCA 101 G, un FRASCA 102 G, un LMT
350 y un C-90. También comprendía Laboratorios de Físi-ca,
Electrónica, Inglés y Comunicaciones, Imprenta, Oficina
Meteorológica dotada de un Radar de altas características,
Oficina del Servicio de Información Aeronáutica (AIS), y
Una conferencia en el Salon de Actos
En el Hangar de Mnatenimiento