PRESENTACIÓN
El mundo de la aeronáutica y su historia han suscitado un gran interés a lo largo del
tiempo, de ahí el éxito de la revista Aeroplano. No cabe duda de que en ella se ofrece
la posibilidad de disfrutar de datos, estadísticas, hazañas y relatos entremezclados con
anécdotas y vivencias, acompañados de fotografías que amenizan la lectura, focalizada
tanto para los llamados “aerotrastornados” como para aquellos que, sin serlo, sienten es-pecial
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atracción por la aviación.
Los artículos que se presentan son verdaderos trabajos de análisis e investigación de
sus autores. Todos ellos, por su dedicación y cariño a lo relacionado con el tema, tienen
reconocida valía dentro de nuestro mundo aeronáutico, a lo que se añade, además, que
colaboran con las actividades generadas por el Servicio Histórico y Cultural del E.A.
Dicen que “la motivación para escribir un buen libro la da el tener algo que contar” y no
me cabe la menor duda de que cada uno de los autores de los artículos que se incluyen
en este número lo tienen y mucho.
Comenzamos con esa estrecha relación que existe entre el Ejército del Aire y el club de
fútbol Atlético de Madrid, remontándonos a los años 30 del siglo pasado, cuando surgió
el club, hoy de sobra conocido mundialmente, fruto del acuerdo entre el Athletic Club de
Madrid y el Aviación Nacional. Recientemente se ha inaugurado un monumento (avión
Saeta), cedido por el E.A. en las inmediaciones del estadio Metropolitano, donde actual-mente
juega el Atlético de Madrid, como recuerdo de aquel hecho.
Y hablando de monumentos continuamos con la historia del que se erigió en honor a
los caídos en accidente aéreo a lo largo del tiempo, sus avatares, y su ubicación final en
el Museo de Aeronáutica y Astronáutica.
En el área de las hazañas, repasamos una gesta que ha quedado en el olvido, el raid
Camagüey-Sevilla llevado a cabo por el teniente Antonio Menéndez Peláez, conocido co-mo
el Aguilucho Cubano, a los mandos de un Lockheed modelo Sirius, al que se bautizó
como Cuatro de Septiembre en respuesta al vuelo realizado por Barberán y Collar con el
Cuatro Vientos.
Analizamos el Hispano HS-42, centrándonos en su vida operativa en el Ejército del Ai-re,
los ejemplares producidos y los dados de alta en el E.A., unidades en las que sirvió,
siendo la principal usuaria la Academia General del Aire, por ser considerado un avión de
escuela.
Seguimos con otro avión, el Hispano HA-100 Triana, el cual formó parte del proyecto
de los años 40 de dotar al E.A. de un entrenador avanzado para la formación de pilotos.
Los avatares del mismo y los problemas de la empresa Hispano Suiza.
Los rápidos avances de la aerostación y de la aviación a finales del siglo XIX y princi-pios
del XX se lograron gracias al genio y esfuerzo de los llamados pioneros. Uno de ellos
fue el brasileño Alberto Santos-Dumont, al que rendimos homenaje en este número.
Y respecto al apoyo a los inicios de la aviación, no se puede dejar a un lado a la ciudad
de Cádiz, eterna enamorada de la aerostación y la aviación, de los festivales y grandes
eventos.
La aviación comercial cierra el número con dos artículos. El primero versa sobre la Es-cuela
Nacional de Aeronáutica, su historia (1974-1992) y su importante participación en
la formación de pilotos comerciales, muchos de ellos operativos a día de hoy, tanto en
compañías de bandera españolas como extranjeras. El segundo, y con el que finaliza el
número de la revista, es el recuerdo a los inicios de la aviación de transporte comercial en
Europa y la aportación española, aprovechando que en 2020 se celebra el centenario de
tan importante hito para el transporte de carga y pasajeros mundial.
Llegado a este punto y dado que el autor de este último artículo es Cecilio Yusta, falle-cido
el pasado 9 de abril víctima del coronavirus, queremos hacerle un sentido homenaje
desde esta revista que tanto le debe y que sin él no será igual. Colaborador inestimable
y miembro del Consejo Asesor del SHYCEA, dedicó su vida a la aeronáutica tanto en sus
años operativos como posteriormente desde el despacho, escribiendo y recreándose en
lo que fue su pasión, “los aviones”. Gracias Cecilio por todo lo que nos has dado y por tu
amistad. DEP.
Manuel Luis Fonseca Urbano
Coronel del Ejército del Aire
Director interino del Instituto de Historia y Cultura Aeronáutica