TeMaS PROFeSiOnaLeS
Para que Esparta pudiera llegar a tener éxito, Atenas tuvo que ser diezmada
por una plaga, sufrir pérdidas irreparables en hombres y prestigio en su expedición
a Sicilia y, tras haberse recuperado parcialmente de estas calamidades,
cometer errores irreparables en forma de falta de atención hacia su campaña
naval por el control de los Dardanelos.
El historiador de la Universidad de Yale Donald Kagan, especializado en la
historia de Grecia y conocido por sus cuatro volúmenes de la Guerra del Peloponeso,
al escribir sobre los años 410 y 400 a. de C. afirma:
«Para ganar, cada uno de ellos tenía que adquirir la capacidad de combatir y
ganar en el terreno favorito del otro. La derrota ateniense en Sicilia dio a los espartanos
la oportunidad de ganar, aliándose con Persia. Tras muchos fracasos ganaron
la guerra tras derrotar a la flota ateniense. No había otra forma de ganar. Para
alcanzar una victoria de verdad, no el anquilosamiento de Pericles, los atenienses
debían haber encontrado la forma de derrotar a los espartanos en tierra.»
Teniendo en cuenta la característica falta de excelencia estratégica en la
forma espartana de guerra y arte de gobierno, así como la gran fortaleza
económica de Atenas, sorprende de alguna manera que Esparta emergiera
como el claro vencedor de la Guerra del Peloponeso. La explicación subyace
en la escala de incompetencia con la que Atenas llevó a cabo su expedición a
Sicilia, en la disponibilidad y capacidad persa de financiar a una Esparta
protectorado y a las dispares cualidades de los líderes con las que los rivales
fueron alternativamente bendecidos y maldecidos durante esos años.
En gran medida, fueron esos errores políticos, estratégicos y tácticos de los
atenienses los que cambiaron la perspectiva espartana de alcanzar la victoria.
En la década siguiente, como resultado del oro persa, la extenuación ateniense
y una gran estrategia marítima orientada convenientemente, Esparta derrotó a
su gran rival. Sin embargo, el hecho de que fuese una potencia terrestre no
debería oscurecer la importancia de encontrar una solución naval al problema
estratégico impuesto por la Atenas imperial marítima.
Tucídides o una nueva forma de hacer historia
Tucídides es un ateniense contemporáneo de Sócrates, un hombre de
armas, un político en el exilio y un profundo observador de los acontecimientos
de su tiempo que abre a la historia nuevo camino. Antonio Alegre Gorri,
profesor de Historia de la Filosofía Griega en la Universidad de Barcelona
afirma que los historiadores anteriores pintaban las cosas y narraban los sucesos
que herían los sentidos, el aspecto de las comarcas, las especiales costumbres
de los pueblos, los monumentos, las expediciones guerreras, haciendo
intervenir en el destino de naciones y príncipes un poder sobrenatural.
934 Junio