TeMaS GeneRaLeS
que al Cuerpo de Maquinistas se refiere, hubo dos personajes que con su parecer
incidieron significativamente: por un lado, en 1889, el contralmirante
Carranza, escribiendo que los maquinistas «bien merecido se lo tienen» y
propugnando la creación de una escuela específica; y, por otro, el entonces
diputado Maura, que intervino en el Parlamento al año siguiente para recordar
que «no tienen donde estudiar… ni donde seguir su carrera». En definitiva, a
finales de 1890, con el viejo deseo ya logrado de un Cuerpo integrado solo
por españoles (quedaba solo un extranjero), se llegó a la publicación de un
quinto y novedoso Reglamento:
en 1881 se entrega a la Marina el cañonero Paz, cuya maquinaria había
sido montada en Sevilla. Fue el primero de una serie de cuatro que inaugura
en españa la construcción con cascos de hierro.
Con el nuevo Reglamento, argumentando «la gran transformación sufrida
por el material naval» y en referencia a la «alta misión que deben desempeñar
en los buques» los maquinistas, por fin la Armada se responsabilizó de la
formación de estos profesionales, reconociendo la necesidad de un centro de
enseñanza específico para ellos, dirigido por el jefe de ingenieros del Arsenal.
Por unas u otras razones (de orden económico o de falta de decisión), esa
necesidad sentida derivó en una solución provisional, ya apuntada tímidamente
con anterioridad: la designación de las tres escuelas de Maestranza de los
arsenales como centros de acogida inicial para los aprendices (considerados
maestranza eventual o, al embarcar, auxiliares de los maquinistas), pero sin
contemplar instrucción teórica para ellos.
La gran novedad de la norma que comentamos fue la instauración de dos
secciones para el encuadramiento de todos los integrantes del Cuerpo, lo que
por primera vez trajo consigo el reconocimiento explícito e institucional de
maquinistas equiparables a jefes y oficiales de los cuerpos auxiliares (7),
constituyentes de la 1.ª Sección (maquinistas mayores de 2.ª, de 1.ª y jefes).
En la 2.ª, por tanto, figuraban los subalternos (terceros, segundos y primeros
maquinistas), que para optar al ascenso (maquinista mayor de 2.ª clase), tras
opositar, cursarían dos semestres de estudios (8) en la Escuela de Maestranza
correspondiente.
entre 1886 y 1897 se botan en los astilleros ferrolanos cinco cruceros de
diferentes tipos, potencias y desplazamientos (Reina Cristina, Alfonso xII,
Isabel II, Alfonso xIII y Cardenal Cisneros) y otros de menos porte, todos de
(7) Autorizados a «tener asiento en la mesa de oficiales (el último lugar) y alternar con
ellos», además de «asistir a las invitaciones que se reciban colectivamente».
(8) Algebra, Geometría, Física, Mecánica, Metalurgia, Máquinas de vapor e hidráulicas,
etcétera.
856 Junio